México

Espantados de ver que el narco es el que manda, desertan de la Guardia Nacional

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“Fue muy fácil hacernos ciudadanos mexicanos… ¡con mentiras y a la fuerza!… nos obligaron, ahora que el narco maneja el gobierno, también nos dan órdenes y mejor desertamos y lo digo en voz alta, ya en Estados Unidos nos sentimos seguros y libres”, explica en voz alta un ex integrante –centroamericano de origen– de la Guardia Nacional que junto con dos compañeros, desertaron.

El ex soldado, que desde hace 7 días él y sus dos amigos esperan ser ayudados por sus paisanos hondureños para empezar a trabajar en las polleras de Gainesville, Georgia, donde ya muchos centroamericanos han sido contratados, pues como hay mucho empleo, afirma que los contratan rápido.

Con voz de arrepentimiento, el centroamericano detalló que todos ellos pensaron que la violencia que viven los Catrachos (Hondureños), Guatemaltecos o Salvadoreños en Centroamérica a manos de las pandillas, es más sangrienta que la de México, por lo que cuando el gobierno de López Obrador les ofreció la ciudadanía mexicana sin ni siquiera saber el Himno Nacional, aceptó la oferta de trabajo en la Guardia Nacional con beneficios y sueldo aceptable.

“El reclutamiento fue unas cuantas semanas, es más, muchos ni aprendimos el himno nacional mexicano, ni el significado de la bandera, nos hicimos mexicanos firmando una hoja, sin checar huellas, ni antecedentes penales, y cuando les preguntábamos a compañeros del Ejército el por qué de otra águila diferente en nuestros uniformes y vehículos, nos contestaban: ‘ustedes NO son otro ejército, son los pandilleros de la dictadura, que el día menos pensado vamos a desconocer y a sacar de México’”.

Riñas campales en los cuarteles de la Guardia Nacional

El entrevistado dice que hay tanto descontento en las filas de la Guardia Nacional que constantemente hay fricciones, pleitos a golpes hasta sangrar, en los que los oficiales del Ejército comisionados al mando, han tenido que usar sus armas entre los elementos para detener las sangrientas peleas: los centroamericanos se pelean entre ellos, los ex policías federales inconformes por el cambio a la Guardia Nacional los golpean “o les ponen el dedo con los carteles”; “no nos aceptan a los centroamericanos diciéndonos que no somos leales a la Patria y que López Obrador como el principal traidor de México nos trajo”; ni los policías de caminos, (que en su tiempo fueron la Policía élite representativa de México), se sienten bien en la Guardia Nacional, se ven a diario humillados y traicionados por el gobierno de López Obrador.

“Su estrategia fue buena, nos puso a todos juntos para cuidarnos unos a otros, que el narco nos controle –. Antes, si alguna corporación estaba en contubernio con el narco, los detenían los Federales de Caminos o los Policías FEDERALES. Había corrupción, pero había mas control–, pero ahora la Guardia Nacional es un ejército para dar protección al Narco y dejar a los ciudadanos como las víctimas”, dice frustrado empatizando que la deserción sería exactamente lo mismo si mexicanos fueran contratados a la fuerza en Honduras, pasaría exactamente la misma situación en el territorio centroamericano.

El ex miembro de la Guardia Nacional se queja de que para hacer los patrullajes, les racionan las balas a un cargador, en ocasiones nos daban el cargador de la metralleta vacío, “nos traen de adorno” y alerta: el Ejército sabe que no tenemos autoridad, “somos un membrete con otra ‘águila’ para justificar el gasto monstruoso de dinero, hay tanto armamento que se decomisa al narco, que podría ser reparado y usado, pero el presidente manda a Marcelo Ebrard a Rusia a comprar metralletas nuevas y sofisticadas.

“Cuando cruzamos alarmados la frontera, no cruzamos una línea, rompimos esa cadena de maldad que existe entre la relación de las autoridades y el narco en México, algo aparentemente tan sólido y tan fácil de romper el día que el pueblo lo decida”, dijo el hondureño-mexicano, advirtiendo que su deserción de la Guardia Nacional significa una acción de mayor respeto a los mexicanos, “pueblo bueno con gobierno malo”.

Marcelo Ebrard fue a rusia por armamento; las vacunas, la excusa

“El Presidente está encaprichado en las metralletas rusas con sensor de calor, o sea que si el objetivo no es un cuerpo que genere calor, la ráfaga se detiene para no desperdiciar cartuchos –Marcelo Ebrard trajó información de ese armamento de Rusia–, se ve que son muy eficientes y ligeras, pero nos espantamos al ver que esos señores, no se preocupan por salvar a su pueblo de la pandemia y la enfermedad; nos preguntamos qué hacemos. Aquí el día que no les parezca algo nos ponen el dedo para que nos maten los narcos que son realmente los que mandan en ambas corporaciones, (Ejército y Guardia Nacional). Nos llevaron de patrullaje a la frontera y nos dijimos: si nuestro objetivo al pasar por México es trabajar en EU y el presidente Biden está abriendo la frontera, a correr y aquí estamos”.

El ex guardia dijo que los mandos de la Guardia Nacional son militares mexicanos de carrera y “aunque seamos ciudadanos mexicanos –a la fuerza o por adopción o ‘de a huevo’ como nos dicen los militares mexicanos–, los altos oficiales nos hacen a un lado y no nos dicen todo lo que pasa: pero comentan que han escuchado en repetidas ocasiones, que los militares de SEDENA tienen una clave especial y una frecuencia alterna de un solo canal para todos los radios de unidades y cuarteles, que todos dicen es para una orden de emergencia, como un golpe de Estado, es un solo canal y vendría de la voz del secretario de la defensa, sin interrupciones.

Explica que en este momento, hay una confusión muy grande en todas las filas militares –la Marina se ha hecho de lado alejándose de todo por conflictos entre los secretarios y el presidente–, el mismo presidente ha dividido y quebrantado la solidez del Ejército como Institución y muchos militares de carrera nos ven como un estorbo que el presidente utiliza de barrera como una fuerza de choque, en caso de que intenten destituirlo: estrategias militares ya utilizadas por Nicolas Maduro, Fidel Castro y Daniel Ortega.

Duramos más de dos años en la Guardia Nacional, durante ese tiempo yo me hice de cierta confianza con un oficial que a mí me dijo que fue a la Guardia Nacional procedente del Ejército comisionado como oficial, luego de que fuera guardia personal de varios ex secretarios y que ahora nos manda y nos coordina desde un viejo cuartel de la Policía Federal. Puedo decir con sus propias palabras, que ya son un comentario generalizado entre las tropas: ‘Luis Crescencio Sandoval está hasta la M… de este presidente, por eso lo obligamos a liberar a Salvador Cienfuegos, quien no del todo pudiese ser acusado de mafioso, y que su cargo en el sexenio pasado lo dedicó a cumplir con operativos secretos ordenados por la DEA y la CIA para infiltrar gente al narco y que Estados Unidos pudiera tener mayor control sobre los cárteles operando en suelo norteamericano’”.

Afirma que también escucharon a los oficiales decir: “López Obrador está loco, desquiciado, nos tiene divididos con la Marina y otras autoridades”, además de que está empeñado en gastar millonadas en armamento moderno y sofisticado, que ya viene de Rusia negociado por Marcelo Ebrard para la Guardia Nacional.

Mientras que el Ejército utiliza una vieja patente de los años 70 que Luis Echeverria compró a Israel para las armas que usan actualmente, algo completamente obsoleto para atacar al narco, a los elementos de la Guardia Nacional los van a modernizar del todo, sin tener entrenamiento ni experiencia, dice nuestro entrevistado, con base en la experiencia de convivir con otros miembros de la corporación.

Asimismo, agrega que escuchó decir que Olga Sánchez Cordero, actual secretaria de Gobernación, no tiene control de nada, firma los oficios sin leerlos, a voz de oficiales del Ejército tiene al país en la peor situación de inestabilidad que el Ejército jamás haya enfrentado antes, en la historia del México moderno y los miembros de la Guardia Nacional, se quejan de que los tienen de manos atadas, pues cuando el narco va a atacar, desvían los operativos de seguridad de la Guardia Nacional a otros sectores apartados.

“En lo único que coinciden López Obrador y Luis Crescencio Sandoval es en hacer sentir que si se enfrentan pandillas de narcos hay que dejarlos hasta que se destruyan. Así es menos riesgo y López Obrador considera que su estrategia funcionará, hasta fragmentar los carteles a una parte con la cual negociar mejor…

Cree que algún cartel va a dar el brazo a torcer y aunque pongan sus condiciones nos ayudarán a poner en paz al país, le dijo el Presidente a Luis Crescencio Sandoval, en una reunión de seguridad que el secretario graba discretamente con su celular, para evitar equivocaciones”, afirma el entrevistado y prosigue, la reunión fue convocada de emergencia luego de los cuestionamientos sobre los saldos de muertos hechos por el periodista Jorge Ramos en la Mañanera y que alteraron fuerte y emocionalmente a López Obrador, quien ante el público de su conferencia parcialmente se controló, pero que ya en privado en la reunión de seguridad lo “sacó todo”.

Asimismo, advierte que hay tanta división en las fuerzas armadas, que se ha roto el hermetismo tradicional de la disciplina, característica de la lealtad al comandante en jefe.

Oficial del Ejército dice en entrevista con Siempre que investigan las deserciones en la Guardia Nacional

Pidiendo no revelar su identidad y tener más que una entrevista “off the record” (fuera de grabación), una plática por no ser vocero de las fuerzas de la Guardia Nacional, el militar de carrera dice: “Me imagino, la situación se ve, hay muchas cosas en torno, hay muchos ingredientes que polarizan esta situación, la militarización, la gente que está aquí, que no hay disponibilidad, se sienten agredidos… otros están con la incertidumbre, si se quedan o se van, más que la situación política que vive el país”, explica el militar a cargo de un cuartel de la Guardia Nacional, para continuar: “con la militarización y todo, hay otro ingrediente que le pone candela a esto, que es la gente que aun está, que viene de las corporaciones, de las antiguas corporaciones: Policía de Caminos, los de contención, las fuerzas federales y todo, toda esta gente, la relación que hay ahora con la gente que hay de SEDENA, que está prestada como Guardia Nacional, pero que son los militares, pues entonces en vez de haber una cohesión, armonizar, amalgamar esto, no hay una buena relación, se sienten agredidos, la gente se está yendo, entonces hay muchas cosas, que no es menor, a lo que es el ¿golpeteo político no?, no sé si me explico”.

Indica que en sus casi 30 años de carrera y 3 de servicio, no tiene datos de las deserciones en grupo de elementos de la Guardia Nacional, advirtiendo que hará la petición por secciones para ver si eran de Inteligencia, de algún área diferente. El militar repentinamente cortó la conversación argumentando que luego atendería la llamada para la entrevista.

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