Yucatán

Urge apostarle a generar nuestros alimentos

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Por Bernardo Caamal Itzá

Como cada año, cientos de agrónomos mexicanos celebran el 22 febrero, su día.  

Sin embargo, este año ha sido muy especial, ya que a un año en que los mexicanos sufrimos los efectos del mortal virus, en donde no solo esta ocasionando numerosas bajas de maestros e investigadores que forman a nuestros hijos en las universidades donde se imparte la agronomía, sino que a la par sucede con los grandes milperos que han enseñado no solo el arte de sembrar ka tierra, sino a amar sus semillas.

Seguramente este 22 de febrero, es una fecha especial para mí, por haber elegido una carrera profesional que está estrechamente vinculada con la cultura de la región y una forma diferente de ver la vida y la de trabajar la tierra.  

Para conocer un poco de la comunidad universitaria de Chapingo, tan solo este año, se estima una población de 39, 250 egresados vivos, resalta en sus datos de la Federación de Asociaciones de Egresados de CHAPINGO (FANECh).  

En cuanto al número de hablantes de lenguas originarias, tan solo en una muestra de los 18, 860 empadronados, 3,051 hablan alguna lengua, así que de forma general es posible señalar que el 16.17% de los egresados de Chapingo hablan una lengua originaria.  

Existen datos que señala que en la UACh, se encuentran representados en un 70.5% de los 68 pueblos originarios de México, en donde sus estudiantes, reiteraron su origen étnico: Náhuatl, 598; Zapoteco, 447; Mixteco 378; Totonaco, 192; Otomí o Ñañhum 169; Mixe, 91; Mazateco, 76; Tseltal,69; Mazahua, 64; Chinanteco, 58; Tlapaneco, 56; Tsotsil, 54; Chatino, 50; Ch’ol, 46; Maya, 41; Huasteco, 40; Zoque, 37; Akateco, 35; Triqui, 28; entre otros pueblos de México.  

De esta manera, la UACh cumple con la ley que crea, la cual indica que Chapingo debe dar atención prioritaria a los estudiantes originarios de lugares con alta marginación, dando atención especial a las comunidades indígenas.  

Ahora al encontrarnos en plena crisis climática, salud y en otros renglones de vital importancia para México, sobre todo ahora que el Covid ha causado numerosas bajas en nuestros cuadros y liderazgos en la agricultura, urge que los mexicanos no descuidemos nuestra agricultura, es de interés apostarle en la promoción para generar los alimentos y de una forma de incidir para que tengamos esperanza no solo en mantener la autonomía alimentaria, sino que mantenga ese interés por hacer producir la tierra.  

Sin embargo, el hecho de incursionar en la producción de los alimentos, significa estar de cerca de quien hace producir la tierra, el productor. Ser su acompañante, no es una tarea fácil, pero es gratificante cuando se logra el objetivo, llegar a la cosecha.  

¿Cómo se obtiene estos enormes frutos papá? Le preguntan a un agrónomo por su hija.  

-Llegar a la cosecha, es tener claro desde un inició de lo que se va sembrar, saber sus necesidades en agua y en nutrientes.  

¿Y la lluvia?  

-La lluvia hace lo suyo, cuando llueve, trae consigo en sus gotas, el preciado elemento que es el oxígeno, que le da vida a la tierra, y ésta a las plantas.  

-¡Que grandiosa es la naturaleza!  

Intercambios de experiencias, tal como en este caso, muestra el enorme trabajo de cada uno de los agrónomos, empezar en casa y con sus hijos.

Entonces, tener abundantes frutos del chile habanero, papayas, chinas, o ver colgadas las mazorcas, y chayotes, significa de primera instancia, de haber planeado que hay que hacer para llegar a este momento esperado, la de ver nuestras cosechas.  

Hacer producir la tierra, significa estar asimilando las experiencias que vamos obteniendo día a día, y misma que las empleamos para complementar esas necesidades de las plantas y de los animales para hacerlas producir, y cuando no hay la experiencia no fácil llegar a esta última parte, y es cuando cunde la desesperanza, incluso llegar a la conclusión de que la tierra no produce.  

El hecho de que la tierra no sea fértil, es porque no la conocemos. La tierra tiene vida, y los mayas, lo saben y le dice, in na’-es mi madre, lo que significa que hay que conocerla para cuidarla y ella nos responda con generosidad al darnos los alimentos para vivir  

Eso aclara entonces que hay que saber, como las culturas del mundo, conceptualizan la vida, la tierra y a la naturaleza, y tal vez el simbolismo de la cosecha, que es la meta más preciada para cualquier productor. Y hoy, es un día especial y con un enorme significado para todos los productores y agrónomos, y sobre todo, no se olviden de los ideales que tuvieron en un buen inicio, acompañar y juntos trabajar en nuestra tierra: ¡Feliz día del agrónomo!  

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