Lydia Cacho acusa a Olga Sánchez Cordero de traición y de impedir que cientos de casos fueran llevados ante la justicia
El pasado 3 de febrero el exgobernador de Puebla, Mario Marín, fue capturado por miembros de la Fiscalía General de República (FGR) en Acapulco, Guerrero, por los delitos de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
Tras la detención, Cacho dio una entrevista con Carmen Aristegui donde señaló que Olga Sánchez Cordero, actual secretaria de Gobernación, la había traicionado cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación votó por no castigar a Marín en 2007.
«Yo creo que ella es la responsable de haber detenido la justicia durante 15 años para miles y miles de víctimas en México y que tiene una deuda con el país, una deuda moral y jurídica», dijo la periodista.
Cacho, agregó, «Cada vez que veo a Olga Sánchez Cordero, que fue la ministra que nos traicionó, no solamente a mí, en no reconocer que fui torturada, como ahora ha tenido que reconocer esta mañana en su conferencia matutina, ella fue parte de una complicidad desde la Suprema Corte que impidió que casos similares fueran llevados ante la justicia y se convirtieran en precedentes jurídicos para México».
Durante la conferencia matutina de la presidencia de la república, que encabeza Sánchez Cordero ante la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de gobernación fue cuestionada sobre los dichos de Cacho, a lo que ella respondió que la periodista siempre pudo interponer un amparo.
«No fue a favor del gobernador de Puebla o del exgobernador de Puebla, aquí hay una precisión, no fue a favor del exgobernador de Puebla», dijo Olga y explicó, «Simplemente las violaciones graves. Yo ahí intervine, ahí está en la versión estenográfica que ustedes pueden recuperar, yo ahí dije que si había habido violaciones a sus derechos humanos que podrían ser resarcidas a través de los medios ordinarios de defensa, como es el amparo, y que para el parámetro de gravedad de violación grave a los derechos humanos habíamos resuelto el caso de Aguas Blancas, que era la matanza de Aguas Blancas, la interpretación que se hizo en ese momento del artículo 97 constitucional de violaciones graves fue el parámetro de esta matanza».
Además, aseguró que la periodista nunca entró a prisión pues pagó una fianza. «Y que el traslado de ella, que por cierto cuando llegó a Puebla se pagó una fianza y nunca pisó la cárcel, ustedes saben eso perfectamente, que lo que sí fue verdaderamente terrible fue el traslado desde Cancún hasta la ciudad de Puebla y que al final del día la Organización de Naciones Unidas dio una, fue una, digamos, más que una resolución es una recomendación que se acató por la secretaria de Gobernación para darle la disculpa pública».
Sobre los señalamientos de que la había traicionado, la secretaría comentó, «Bueno, el voto, fueron de seis ministros, no nada más mío, cada uno votó en este asunto, eso fue una situación».
Sobre estas respuestas, Lydia Cacho escribió un mensaje de Twitter donde asegura que Cordero miente: «La secretaria de Gobernación le dijo al país ‘ni siquiera pisó la cárcel’. Miente, estuve en la cárcel, pero para mí no pidió nunca un juicio justo como lo pide para Marín. Desestima las horas de tortura que pasé al interior de la cárcel y el exceso de la fianza».
En 2005 Lydia Cacho publicó el libro «Los demonios del edén», donde denunció que en México existía una red de prostitución infantil en la que estaban involucrados políticos y empresarios mexicanos.
Entre los señalados estaban los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif; este último interpuso una demanda por difamación. Por ello en diciembre de ese año la Fiscalía de Puebla la detuvo mientras estaba en Cancún y fue trasladada durante toda la noche en un recorrido de 1,500 kilómetros en los que la periodista fue torturada.