Jorge Carlos Ramírez Marín va por la hombrada
El día de hoy, se llevará a cabo, tal y como lo dijimos (fuimos los primeros en hacerlo), el registro del senador Jorge Carlos Ramírez Marín, como precandidato del PRI a la alcaldía de Mérida.
El detalle a notar en esta ocasión, es que Ramírez Marín, (el único senador priista en todo el país que ganó su escaño por mayoría, lo hizo compitiendo en las urnas) no tendrá contendientes que le disputen el cargo. Es decir, el registro es mera fórmula: Jorge Carlos será el candidato priista a la alcaldía de Mérida.
Vale decir que si nadie le disputa la candidatura al senador tricolor, cariñosamente llamado por todos sus amigos «Prócer», es porque el único que tuvo el valor, el arrojo y la osadía de decir que pretendía la nominación fue Jorge Carlos.
Nadie más tuvo las agallas, la capacidad de soñar (porque toda gran empresa comienza siendo un sueño), el entusiasmo, la visión, la fe para hacerlo. Fuerza es reconocer que Jorge Carlos es valiente y coherente con sus ideales.
A algunas personas nos compartió el senador Ramírez su visión y su proyecto: le recomendamos prudencia y jugar a la segura. Jorge Carlos nos recordó el viejo adagio latino vertido en La Eneida por Virgilio, que prescribe que la fortuna ayuda a los audaces. La razón asiste al poeta y al legislador.
Desde nuestra perspectiva personal, el senador Ramírez Marín tendrá a su cargo una tarea de romanos, que es recuperar la confianza e infundir la convicción del triunfo en una militancia priista alicaída, disgregada y sin vocación de lucha.
Jorge Carlos tiene virtudes para hacerlo: es inteligente, buen orador, tiene recursos y amigos que lo apoyan, es buen estratega, empero, falta ver si logra contagiar el entusiasmo a la estructura y ésta le responde.
Falta ver si el senador Ramírez Marín ha encontrado la fórmula para neutralizar a siniestros personajes que lo buscan boicotear desde su partido mismo, porque irónicamente los mayores obstáculos que el Prócer debe sortear, se encuentran en el PRI y no afuera.
Jorge Carlos es el parlamentario por excelencia: es conciliador, sabe negociar, es culto, simpático. La verdad es que nadie más que él podía en estas circunstancias lanzarse al ruedo. No había otro.
El senador Ramírez Marín se convierte de esta manera, en aspirante a la alcaldía de Mérida y tratará de lograr la hombrada de hacerse con la joya de la corona: los meridanos tienen la decisión entre sus manos.
Seguimos pendientes..