Bajo el mandato de Biden y Kamala Harris, el aborto podría convertirse en un imperativo de la ayuda internacional
Por Stefano Gennarini, J.D. | Enero 19, 2021
NUEVA YORK, 19 de enero (C-Fam). La segunda ronda electoral de Georgia para el Senado de los Estados Unidos ha dado a los demócratas el control de ambas Cámaras del Congreso durante un mínimo de dos años. Esto significa que todas las leyes y regulaciones provida de E.E.U.U. serán anuladas probablemente, incluyendo las leyes que han tenido apoyo bipartidista durante largo tiempo.
Joe Biden y Kamala Harris se han manifestado a favor de abolir la Enmienda Helms y la Enmienda Hyde, que prohíben utilizar el dinero de los contribuyentes para financiar el aborto tanto dentro del país como en el extranjero.
Es muy posible que una administración Biden-Harris intente implantar leyes pro aborto en los programas federales e internacionales, como ya hizo la administración Obama-Biden con las leyes del Obamacare y de salud reproductiva incluidas en los programas de lucha contra la trata de personas.
Lo único que frena un cambio tan profundo en la legislación sobre el aborto es el mecanismo de obstrucción parlamentaria conocido como “Filibustero del Senado”. Cuando se invoca al “Filibustero”, se requieren 60 votos de los senadores de EE.UU. para cerrar el debate y convocar una votación en el pleno del Senado. Pero los demócratas han declarado abiertamente que eliminarán el sistema del “Filibustero” ahora que controlan el Congreso.
Aunque no lograran abolir las enmiendas de Helms y Hyde, la administración Biden-Harris podría intentar reinterpretar estas antiguas leyes para permitir el aborto en determinados casos mediante nuevas regulaciones y políticas internas.
Los correos electrónicos de John Podesta, hackeados y publicados en Wikileaks en 2016, muestran cómo la administración Obama-Biden planeó reinterpretar la enmienda Helms para permitir la financiación del aborto en situaciones humanitarias como la guerra y los desastres naturales. Personas del gobierno así lo atestiguaron repetidamente a Friday Fax en su momento. Aunque, finalmente, aquella administración no lograra sacar adelante su plan, es de esperar que una administración Biden, como ya ocurriera anteriormente con la de Clinton, trate de reinterpretar a Helms para permitir la financiación del aborto.
Una vez aceptada la subvención del aborto mediante esa reinterpretación de la Enmienda Helms, nada impedirá que el aborto se convierta en un requisito para optar a la ayuda exterior de Estados Unidos. Esto podría conseguirse de un plumazo. Bastaría con que administración Biden añadiera el aborto a la lista de servicios esenciales que los países beneficiarios de la ayuda de Estados Unidos deben proporcionar.
Haciendo del aborto un requisito de los programas de ayuda exterior de EE.UU. impediría a los provida dispensar esa ayuda a los pobres en el extranjero. Este impedimento podría afectar a católicos, a musulmanes, a hindúes y a cualquier otro grupo con convicciones provida o con objeciones morales al aborto.
La última vez que los demócratas controlaron ambas cámaras del Congreso, lo que sucedió en 2009, había entre ellos más de 40 provida. Mantuvieron la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, u Obamacare, durante varios meses, tratando de obtener garantías de la administración Obama-Biden de que los estadounidenses no se verían obligados a financiar o realizar abortos en contra de su conciencia.
Esta vez, todo el partido demócrata es partidario del aborto. A partir de 2009, los demócratas han ido afianzando cada vez más su postura a favor del aborto. Han fijado como objetivo prioritario de su partido derogar las restricciones establecidas por la ley federal de EE.UU. sobre la financiación del aborto con dinero público.
El aborto es ahora una prueba de fuego para los demócratas, aunque la directiva del partido lo niega. De hecho, el partido ha tratado de purgar sus filas de cualquier político provida, presentando a las elecciones primarias a candidatos respaldados por los enormes recursos financieros de la industria del aborto y de otros donantes progresistas del partido demócrata.