Opinión

Murió Roberto Mac Swiney Salgado, el más grande promotor de la trova yucateca


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Viernes 23 de mayo de 2025

Tuve la fortuna de conocer a don Roberto. Primero como padre de familia. Sus hijos Adela, Roberto y Eduardo fueron mis compañeros de estudios en el Colegio Americano (Desde aquí un abrazo cariñoso a todos).

Don Roberto era nacido en las tierras donde la vida no vale nada, en Guanajuato (igual que José Alfredo), nada más que fue en Acámbaro donde vio la primera luz, siendo que posteriormente se hizo yucateco por adopción, pero sobre todo, por decisión propia.

Ingeniero civil de profesión, lo conocí siendo un niño, en la época que don Roberto era funcionario universitario, durante la gestión como rector del doctor Alberto Rosado G. Cantón.

Hombre inquieto, don Roberto era ajonjolí de todos los moles: investigaba, escribía de trova, formaba parte de programas de radio y acudía a ellos, tanto en Radio Universidad como en otras difusoras, se le veía en el Hotel Caribe conviviendo con los trovadores, viajaba a otras partes del país y el extranjero para dar a conocer nuestra música… era un vendaval, andaba por todas partes.

Era común en mi juventud encontrarlo por las calles y los cafés del centro, cargando su inseparable portafolio, donde todo estaba relacionado con Yucatán y su tradición de trova.

Hombre muy modesto, rechazó siempre estar a la altura de gente como Civeira Taboada, pero me atrevo a pensar que acabó por rebasarlo. Indudablemente don Roberto se convirtió en el más grande promotor de la trova yucateca de todos los tiempos y en uno de los mayores conocedores de la materia.

Nos deja don Roberto en una complicada orfandad, ahora que nuestro panorama musical carece de luminarias y hace indispensable la labor del promotor experto, para difundir y dar a conocer el valor de nuestra tradición musical, que algunos se empeñan en abaratar.

Me parece que a pulso don Roberto se ganó su óleo en el Museo de la Canción Yucateca y que además debe estar en lugar preponderante.

Reciban Adela, Roberto, Eduardo y Cristina por este medio, el más sentido pésame de NOTIREDMERIDA y todo su equipo editorial. Tienen sobrados motivos para estar muy orgullosos de su padre.

Tenemos claro que ha llegado el momento para don Roberto, de que como todos los hombres buenos, se siente a descansar a la sombra de una ceiba, donde podrá encontrarse con todos los miembros del parnaso musical yucateco para disfrutar de una velada de bohemia musical interminable.

Lo vamos a extrañar profundamente.

Descanse en paz.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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