Japón establecerá un impuesto para quienes no tengan hijos


Miércoles 21 de mayo de 2025
Japón implementará un pequeño impuesto dirigido a personas sin hijos a partir del año 2026, en un intento por mitigar una crisis demográfica que lleva décadas gestándose y que amenaza con desestabilizar el equilibrio económico y social del país.
La medida, de carácter simbólico más que recaudatorio, ha encendido un intenso debate tanto dentro de sus fronteras como en la comunidad internacional.
El nuevo gravamen consistirá en un cargo mensual que oscilará entre los 2 y los 3 euros para los adultos sin descendencia.
Aunque su impacto económico es reducido, el gesto ha sido interpretado por algunos como un mensaje contundente: Japón busca urgentemente fórmulas para fomentar la natalidad y reforzar el tejido familiar ante una población que envejece aceleradamente y una tasa de nacimientos que no remonta.
Los fondos obtenidos con este recargo se destinarán a programas de apoyo a familias con hijos, incluyendo ayudas escolares, ampliación de guarderías y subsidios de crianza.
En esencia, se trata de una redistribución dirigida a aliviar el peso económico de quienes eligen formar familia, mediante una modesta contribución de quienes no cargan con esas responsabilidades.
Desde el Ejecutivo japonés se ha subrayado que esta iniciativa no debe interpretarse como una penalización a quienes optan por no tener hijos o por estilos de vida individuales, sino como un mecanismo de solidaridad intergeneracional para sostener un modelo social cada vez más presionado por el envejecimiento poblacional.
Japón no es ajeno al problema. La inversión de su pirámide demográfica y la progresiva caída en la tasa de natalidad han encendido todas las alarmas.
El país se enfrenta a una disminución constante de su población activa, una creciente demanda de atención a personas mayores y una presión cada vez mayor sobre el sistema de pensiones.
Frente a este panorama, las autoridades consideran imprescindible adoptar medidas que fomenten la natalidad, incluso si implican decisiones políticamente sensibles

