Bill Gates visita Singapur y llega el desastre


Domingo 11 de mayo de 2025
Algo extraño está sucediendo en Singapur. Justo cuando Bill Gates y Tedros Ghebreyesus, de la OMS, concluían visitas de alto perfil con los principales líderes del país, se implementaron silenciosamente cambios radicales en el sistema legal del país: cambios que ahora tipifican como delito rechazar las vacunas obligatorias del gobierno.
Sí, leyó bien. Según las nuevas enmiendas a la Ley de Enfermedades Infecciosas (IDA) de Singapur, el gobierno puede obligar a los ciudadanos a vacunarse cuando lo declaren necesario para la salud pública, y quienes rechacen las vacunas ordenadas por el gobierno ahora pueden enfrentar penas de prisión.
Quienes infrinjan la ley por primera vez pueden ser encarcelados hasta seis meses o multados hasta con 10.000 dólares singapurenses (7.738 dólares estadounidenses), o ambas.
¿Reincidentes? Se enfrentan a 12 meses de prisión y multas de hasta 20.000 dólares singapurenses (15.477 dólares estadounidenses).
El artículo 47 de la IDA también otorga al gobierno la facultad de obligar a los ciudadanos a vacunarse si es inminente un brote de una enfermedad infecciosa en cualquier zona de Singapur:
Es imposible ignorar la coincidencia de esta legislación distópica.
Bill Gates, uno de los defensores de las vacunas más destacados del mundo y figura principal de la Fundación Gates, y Tedros Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, acaban de completar una visita de dos días a Singapur.
Tedros Ghebreyesus, de la Organización Mundial de la Salud, se reunió el martes con el primer ministro de Singapur, Lawrence Wong.
Durante el viaje, se mantuvieron reuniones a puerta cerrada con el nuevo primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, así como con los ministros Lee Hsien Loong y Teo Chee Hean.
Gates también anunció que su fundación abriría una nueva oficina en Asia, una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Junta de Desarrollo Económico de Singapur.
Este anuncio se realizó el 5 de mayo en la prestigiosa Cumbre de Filantropía de Asia 2025, pocas horas antes de que se revelaran las leyes actualizadas.
Si bien el gobierno no ha vinculado directamente la legislación con la visita de Gates, los críticos se muestran escépticos ante la sincronización de la visita. Especialmente dada la influencia global de Gates en la política de vacunas y su interés de larga data en controlar los mecanismos de respuesta a enfermedades infecciosas a través de las fronteras nacionales.
En una ciudad-estado conocida por su estricta aplicación de la ley y su autoridad centralizada, la pregunta que se cierne sobre el tapete es: ¿Seguirán el ejemplo otros países?
A medida que crece la resistencia pública a los procedimientos médicos forzados en todo el mundo, la decisión de Singapur —coincidiendo con la visita de Gates y su creciente influencia— podría marcar una nueva fase en la gobernanza sanitaria mundial.
Y plantea la pregunta que muchos se hacen ahora: ¿Quién está realmente al mando?

