El momento más triste que vivió Ángel Infante


Viernes 2 de mayo de 2025
Un 16 de abril de 1957, le tomaron esta fotografía a Ángel Infante. Su rostro lo decía todo; ¡estaba muy abatido! Él fue el único de toda la familia Infante que tuvo la triste encomienda de ir a Mérida un día antes a reconocer los restos de su hermano y llevarlo al D.F. para ser sepultado. ¿Qué fue lo que Ángel dijo al respecto? Te compartimos a continuación su testimonio.
«Quienes llegaron hasta el preciso lugar del accidente donde se encontraban los restos (…) vieron cómo mi hermano no se separó del asiento de la cabina. El cinturón de seguridad resistió los jalones y los golpes del impacto y del fuego. Cuando llegaron los oficiales (…) observaron que se le había desprendido un brazo y estaba a punto de desprendérsele una pierna. Aún se alcanzaba a distinguir una pequeña parte de su rostro. En su caja toráxica se apreciaban algunos órganos calcinados y otros ensangrentados. Es el dolor más grande que he sentido en mi vida. Pero el trabajo del doctor Góngora, así como de la funeraria para reconstruir y preparar su cuerpo fue magnífico, a las 18:00 horas ya lo estábamos velando en su casa de la calle Itzaes, con el ataúd abierto, para que el pueblo de Mérida despidiera a mi hermano.»
Ángel tuvo qué ver a su hermano en estas condiciones y fue algo terrible. ¿Ahora entienden por qué le molestaba a él que hubieran impostores que se hacían pasar por su hermano, burlándose de Pedro y de su fatídico final solo por hacer unos cuantos y mugrosos pesos? Al respecto, él afirmó años después, lo siguiente:
«Yo identifiqué plenamente los restos mortales de Pedro, en Mérida, el mismo día que sucedió la tragedia en que mi hermano perdió la vida. Conmigo, además de otras personas, (…) quienes vieron lo que quedó identificable de Pedro, lo mismo que yo ví: parte del rostro quemado y el cabello. ¿Cómo no iba a saber yo si era o no mi querido hermano?”
Pedro Infante llegaría al D.F. a bordo de una aeronave de la misma fatídica empresa TAMSA pero sin vida. Sería sepultado en el panteón Jardín el día siguiente, miércoles, 17 de abril de 1957.

