Opinión

Chucho, el artífice de los regresos


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Miércoles 16 de abril de 2025

Reiteramos: era hora ya de que en el panismo meridano se tomaran medidas contra la sangría sufrida por el partido, consecuencia del cambio de grupo al frente del gobierno municipal.

Como suele suceder entre panistas, la confrontación es una lucha sin cuartel, que implica el exterminio del grupo rival. La negociación es algo que no tiene lugar. Se busca siempre someter y prevalecer.

Por eso comenzó un éxodo de militantes hacia otras instancias, principalmente MORENA y el PVEM, agrupaciones que por acceder a instancias de gobierno, captaron la atención de muchos panistas, que esperando recuperar los cargos e importancia que tuvieron, no vacilaron en mudar colores.

Pero la realidad es que pese al malestar que propicio la salida, tampoco los migrantes vieron satisfechas sus expectativas y eso llamó la atención de operadores blanquiazules, que ávidos de reconocimiento, lanzaron sus anzuelos, tratando de pescar a las ovejitas desperdigadas.

Y quien ha orquestado esta estrategia de salir en busca de aquellos díscolos que impulsivamente decidieron salir en busca de nuevos horizontes, es nada más y nada menos que Jesús Pérez Ballote, flamante director de Bienestar Humano del Ayuntamiento de Mérida.

Fueron los buenos oficios de Chucho los que acercaron a Martín Uicab y a Josué Camargo a la órbita de la actual administración municipal, sin dejar de puntualizar que ambos tuvieron desencuentros y fricciones con Renán Barrera, situación que facilitó el acercamiento.

Es Chucho también quien ha puesto la mira en elementos como Mario Aragón, William Cabrera y otros cuadros que se sabe no terminan de haberse convencido de dar el salto a otras filas y a quienes tratará de convencer de regresar al redil.

Sabemos que Chucho tiene ambiciones y tratará de hacer lo necesario para que se borre del imaginario popular la mala imagen provocada por las travesuras realizadas en tiempos de juventud, situación común a muchas personas y también para conseguir dejar atrás una serie de controversias en las que se ha visto involucrado, al ir pagando su derecho de piso, en las procelosas aguas de la política.

Ello le debe hacer ver la importancia de abrir las alas y aprender a volar solo, lejos de la égida marcada por su protector y maestro, Roger Torres Peniche, a quien se dice es incapaz de contrariar. Como es ley de vida, Chucho debe ser capaz de encontrar su propio camino.

Si Chucho logra tejer fino y es capaz de concretar buenas alianzas y retornar a casa a los hijos pródigos, puede tomar un rol de primera importancia y constituirse en un factor de primera importancia para conseguir cristalizar los proyectos del panismo meridano y también del yucateco.

¿Hasta donde podrá llegar? Eso depende de su capacidad para aprender a leer, entender y operar la política. Algo suponemos debería ya haber aprendido lustrando el calzado de su maestro. Tiempo al tiempo, veamos que las cosas sucedan.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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