Internacional

Líder nacionalista rumano sustituirá al vetado Georgescu

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jueves 13 de marzo de 2025

George Simion es el nuevo favorito para la presidencia, pero existen dudas sobre si correrá la misma suerte que su predecesor.

George Simion, líder del partido nacionalista AUR, el mayor partido de la oposición de Rumanía y que actualmente lidera las encuestas, ha anunciado que presentará su candidatura para la próxima repetición de las elecciones presidenciales del año pasado. 

A pocos días de la fecha límite para la presentación de candidaturas, el partido populista se vio obligado a tomar una decisión de última hora después de que las autoridades electorales y el Tribunal Constitucional prohibieran a su candidato original, Călin Georgescu, volver a la contienda.

La estrategia inicial del partido fue mantener el apoyo de Georgescu y presionar al gobierno y a los tribunales para que cambiaran su postura.

Para lograrlo, anunciaron una huelga parlamentaria en nombre de todos los partidos nacionalistas de la oposición.

Sin embargo, tras consultar con Georgescu y teniendo en cuenta la proximidad de la fecha límite, Simion decidió que debía intensificar su labor para evitar dejar a la oposición de derecha sin un candidato viable.

Además, Anamaria Gavrilă, líder del partido nacionalista POT, más pequeño y que también apoya a Georgescu, también presentará su candidatura en caso de que Simion sea descalificado.

Si ambas candidaturas son validadas, una de ellas (probablemente Gavrilă) abandonará la contienda en favor de la otra.

La amenaza es real, pues ya se han escuchado voces del establishment pidiendo la descalificación tanto de Simion como de Gavrilă por sus políticas «inconstitucionales».

Sin embargo, eliminar a todos los candidatos que representarían a casi la mitad del electorado deslegitimaría instantáneamente el resultado electoral y podría causar un malestar social sin precedentes, prácticamente imposible de controlar.

Simion, en particular, no tendrá problemas para reunir las 200.000 firmas necesarias para el sábado, ya que las encuestas lo sitúan sistemáticamente en primer lugar en caso de que Georgescu no pueda presentarse.

El último estudio, publicado justo antes de la prohibición de Georgescu, otorga a Simion el 28% del total de votos, seguido del ex primer ministro socialista Victor Ponta con el 22% y del alcalde liberal de Bucarest, Nicușor Dan, con el 19%.

Es probable que el apoyo a Simion sea mucho mayor ahora, después de todo lo ocurrido en los últimos días.

El domingo por la noche, la Oficina Electoral Central (OEC) decidió por 10 votos contra cuatro —todos provenientes de partidos de la oposición, tanto de izquierda como de derecha— que Georgescu no puede participar en la repetición de las elecciones del año pasado.

Dichas elecciones fueron anuladas debido a las acusaciones de que la interferencia rusa ayudó a Georgescu a ganar la primera vuelta, pero aún no se han presentado pruebas sólidas de ello.

El lunes, el Tribunal Constitucional (TCC), el mismo órgano que decidió la anulación inicial, confirmó la prohibición al rechazar por unanimidad el recurso de Georgescu, a pesar de las decenas de miles de manifestantes que se congregaron frente al tribunal.

Además de denunciar la flagrante violación de los principios democráticos por parte del Tribunal Constitucional, Simion también condenó las tácticas represivas de «intimidación» empleadas por la fiscalía en nombre del gobierno contra las decenas de manifestantes detenidos y acusados ​​tras los enfrentamientos del domingo con la policía antidisturbios.

Pidió una investigación sobre la brutalidad policial en lugar del abuso del sistema judicial para reprimir la disidencia.

Además, Simion añadió que el retroceso democrático del país en los últimos meses dejó claro que el gobierno, liderado por una gran coalición entre el izquierdista PSD (S&D) y el centroderechista PNL (PPE), ya no puede considerarse legítimo.

«Es hora de que el pueblo rumano despierte y se enfrente a los abusos de un gobierno corrupto e ilegítimo».

Anteriormente, Simion también pidió presión internacional a sus aliados occidentales, tanto dentro como fuera del ECR.

El lunes, tras la descalificación de Georgescu, el grupo ECR del Parlamento Europeo, junto con el ESN, liderado por la AfD, solicitó un debate sobre el tema.

Los principales partidos rechazaron inmediatamente la solicitud, argumentando que no quieren que los “extremistas” y “amigos de Rusia” creen la “falsa impresión de que el estado de derecho en Rumania está en peligro”.

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