Una aurora boreal será la señal
Martes 21 de enero de 2025
Comenta Lucas Gelásio:
Empecé a hablar de la monja nordestina por una revelación en la que, en junio de 2023, un alma del purgatorio le dijo que se vería un inmenso arco iris en todo el mundo antes de un acontecimiento catastrófico.
El 7 de agosto de 2023, la monja se acostó a dormir y recibió otra revelación. No sabía si estaba despierta o dormida.
Se vio a sí misma hablando conmigo por teléfono.
– Hermana, está sucediendo…», le dije. – Aquí, justo encima de la casa parroquial… ¡En el cielo hay varias luces, de diferentes colores!
Las luces se le mostraron en visión. Era de noche y parecía una colorida aurora boreal.
Después, la monja vio gente corriendo y gritando.
Entre los sonidos, oyó:
– ¡Hermanos, cuidado! Hermanos, ¡tened cuidado!
Más tarde identificó la voz como la del padre Oliveira.
También vio una ciudad devastada por una explosión. La gente corría, intentando salvarse.
La revelación terminó. La monja tuvo problemas para dormir y pidió a Dios una explicación de lo que había visto.
A la mañana siguiente, recibió una revelación, ya publicada aquí, en la que el Señor decía que habría una explosión en Polonia que llevaría a otras naciones a entrar en conflicto.
Ella comprendió que esa era la respuesta a su petición.
Sobre esta misma explosión, recibió otra revelación en enero de 2024, también ya publicada, en la que el Señor le dijo que se le daría una señal en una noche y le haría saber que todo había comenzado.
El 25 de mayo de 2024, la monja soñó que en el cielo nocturno veía una gran aurora boreal, hermosa y colorida.
Su ángel le dijo entonces: «Esta es la señal que el Señor te ha prometido».
No está claro si estas revelaciones se refieren al mismo acontecimiento.
Podrían ser dos fenómenos diferentes: el primero, un inmenso arco iris que aparece antes de una catástrofe desconocida; el segundo, una aurora de colores que aparece antes de una explosión en Polonia.
Tal vez la monja oyó la voz del padre Oliveira cerca de la ciudad devastada porque, desde la distancia, va a prestar ayuda espiritual a los que sufren la explosión.
Cuando se vean estos fenómenos en el cielo, recordemos que Dios nos avisó con antelación para que recordemos que lo tiene todo bajo control y estará con nosotros hasta el final.
Hagamos penitencia por la paz.