Religión

Los gestos estudiados de Bergoglio para causar revuelo y confusión

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Domingo 1 de diciembre de 2024

Desde su formación como jesuita en Chile, en 1963, el padre Jorge Mario Bergoglio «siempre ha estado asociado a su comportamiento errático, contradictorio e incluso disconforme», escribe en un comentario el periodista vaticano Luis Badilla.

En este contexto, es memorable una frase sobre el comportamiento de Francisco impresa en numerosos libros: «Bergoglio pone el intermitente a la izquierda, pero luego gira a la derecha, o viceversa».

Badilla señala, sin embargo, que un conductor que envía mensajes ambiguos e incoherentes a los demás usuarios de la carretera provoca una «gran desorientación», que puede traducirse en desastres de dimensiones incalculables.

Menciona la reciente «sorpresa» de Francisco cuando se detuvo en el lujoso apartamento de la impenitente abortista clandestina italiana Emma Bonino.

Para Badilla, aún no está claro qué quiso decir Francisco al convertir un simple gesto pastoral privado «en un estudiado montaje para las cámaras».

Francisco, «que dice ser tan ‘ingenuo’ como ‘astuto’, ha elegido el camino ambiguo de decir pero no decir, casi como si quisiera provocar revuelo y agitación».

Lo hace utilizando su fórmula habitual, aplicada ahora en docenas y docenas de circunstancias: «Lo digo, pero no lo digo», «lo digo porque me lo dijeron», «lo digo porque me lo dijo un sabio, me lo dijo un estudiante, me lo dijo una anciana, me lo dijo una monja…».

Pero hoy, para «muchos católicos», es necesario y urgente confesar públicamente su desorientación y confusión, «como un derecho incuestionable», insiste Badilla.

Está permitido decir «no comparto muchas de las opiniones personales de Francisco, algunas de las cuales son perjudiciales para la imagen de la Iglesia y para el ministerio petrino», sin ser insultado de «indietrista», «tradicionalista» o incluso «preconciliar».

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