Conflictos inútiles
Lunes 14 de octubre de 2024
Después de los Estados Unidos, España es nuestro más importante socio comercial. Son españolas importantes inversiones en diversos rubros.
Por tanto, es esencial, lo dice el más elemental sentido común, tener una relación armoniosa y pacífica con nuestros asociados. Claro, para considerar las cosas así, es imprescindible tener sentido común, que es el menos común de los sentidos.
Probablemente por eso, por carecer de ello, es que Andrés Manuel López Obrador entró en una polémica con la madre patria. Polémica por demás absurda, por versar de agravios inferidos durante la conquista.
Es preciso estar mal de la cabeza para exigir satisfacciones y reparaciones por daños sufridos en etapas pasadas. Tales ultrajes peor aún, ni siquiera son reales, sino que son producto de la mente retorcida y desquiciada de un aspirante a sátrapa.
Por tanto, continuar la polémica y los reclamos, es no solo inútil, sino completamente perjudicial a los intereses de nuestro país. Por eso extraña la actitud asumida por la titular del ejecutivo federal,Claudia Sheinbaum Pardo en proseguir conflictuándose con nuestro socio comercial.
Quisiéramos creer inteligente a la presidenta de la república, quisiéramos catalogarla como un ser pensante y no como un ser reactivo, que adopta conductas irracionales, motivada por sus desajustes hormonales.
Porque francamente es estúpido ponerse a patear el pesebre, ofendiendo gratuitamente a quienes invierten sus capitales en nuestro país, especialmente en esta etapa de crisis económica en perspectiva.
Sería muy agradable que la jefa del ejecutivo nacional, que presume su condición de ama de casa, exhibiera la sensatez y la cordura que son consustanciales a las mujeres mexicanas, que son las que saben como andan los bolsillos de flacos o repletos y deciden en que gastar los recursos con que se cuentan, siempre de manera certera y precisa, en vez de estar jugando a la ruleta rusa, haciendo enojar sin motivo real a nuestros socios, corriendo el riesgo que se lleven su dinero a otra parte.
Porque francamente, si Claudia Sheinbaum vamos a seguir la tónica keynesiana irracional replicada en las aulas por la tristemente célebre Ifigenia Martínez, estamos perdidos. Es un hecho que nos espera una inevitable y trágica vorágine de la que nos costará décadas salir.
Hacemos votos porque Claudia Sheinbaum muestre sensatez, ecuanimidad y cordura y renuncie a seguir la línea de provocación y conflicto permanente que la mente enferma de Andrés Manuel López Obrador trazó en el sexenio pasado.
Porque si no lo hace, no tendremos más que pensar que la afecta el síndrome de la mujer golpeada y no está nuestro país para ser dirigido por personas que requieren urgentemente tratamiento psiquiátrico.
Seguimos pendientes…
Dios, Patria y Libertad