La ira del yucateco
Martes 8 de octubre de 2024
Por José Urioste Palomeque
Existe un fenómeno sociológico digno de ser estudiado. Un fenómeno que hace que todo un núcleo de personas, sin importar su nivel socioeconómico se una. Yo le llamo la “ira del yucateco”.
Pero ¿Cuál es este fenómeno? Es cuando los yucatecos, se unen para funar a una persona no yucateca, que osó meterse con sus costumbres, tradiciones, comida etc.
Ejemplos hay varios, como “Lady Pib” que se burló de uno de los platillos más queridos en Yucatán, el mucbilpollo, o aquel sujeto cuyo apodo no recuerdo, que criticó las inundaciones en la ciudad y Centro Histórico, ganándose de inmediato el desprecio general de la gente, al grado que afectó severamente su negocio y por ende su patrimonio, entre muchos otros.
Ahora, está “Lady Huracán” una dama fuereña quien hizo un video donde expone que “los yucatecos se inventan huracanes con tal de no trabajar”. En resumen, dice que somos unos huevones inútiles, a quienes no nos interesa trabajar o ser productivos.
En cuestión de minutos, su video se hizo viral entre los yucatecos y ha sido compartido en todas las redes sociales. ¿El resultado de esto? Ha sido despedazada en los comentarios de todas las redes sociales, la gente malamente está compartiendo datos personales de la dama en cuestión e incluso circula ya un supuesto video intimo de ella, en venganza a sus comentarios.
Si bien el enojo es una emoción humana normal, cuando se convierte en ira, como respuesta a una situación percibida como injusta, amenazante o frustrante, deja de ser un sentimiento racional y se convierte en algo peligroso.
Cuando muchas personas se juntan con el fin común de hacer daño a otra persona, se puede convertir en acoso colectivo, que incluye burlas, insultos, exclusión social o peor aún, puede derivar en una acción colectiva violenta donde un grupo de personas agrede físicamente a una persona, con el fin de hacer justicia por mano propia.
No se puede ni debe justificar comportamientos de este tipo. Sin embargo, la prudencia de aquel, no yucateco, debe jugar un papel importante.
El yucateco, sociológicamente hablando, tiene características culturales y sociales únicas que se han moldeado a través de siglos de historia, influencias prehispánicas, coloniales y contemporáneas.
En Mérida y Yucatán, existe una fuerte identidad regional, que no es vista en ningún otro estado de la República Mexicana, a tal grado, que se distingue incluso del resto de México.
Muchos yucatecos suelen referirse a sí mismos primero como “yucatecos”, antes que mexicanos.
A lo anterior hay que sumar que la vida social de los yucatecos está marcada por un fuerte sentido de comunidad y hospitalidad.
Es decir, el yucateco es cerrado en cuanto a su vida en comunidad y jamás es irrespetuoso con la gente de fuera, aunque no es necesariamente sociable tampoco.
Es amable y es hospitalario, aunque le cuesta trabajo confiar en el “fuereño” por cuestiones históricamente arraigadas.
¡Pero cuidado! si esa confianza otorgada es rota, violada o atacada, la “ira del yucateco” es tan extrema como la “vendetta” siciliana.
Nosotros los yucatecos somos sumamente territoriales y conservadores en cuanto a preservar nuestra identidad, cultura, tradiciones y costumbres.
El orgullo por estas genera una fuerte resistencia a influencias externas y aunque ha habido una modernización significativa en las últimas décadas, especialmente en Mérida y otras ciudades del interior del estado, seguimos siendo sumamente celosos de lo nuestro.
En resumen, el yucateco es una persona orgullosa de sus raíces, con un fuerte sentido de comunidad, muy ligado a su herencia ancestral y al mismo tiempo influenciado por la modernidad.
Esta combinación de tradiciones antiguas y adaptaciones contemporáneas hacen que el yucateco sea una figura sociológicamente interesante dentro de la diversidad mexicana y una cosa debe quedar clara: es un serio error provocar la ira del yucateco.