María Victoria y el vestido de sus sueños
Jueves 3 de octubre de 2024
En su libro «Vestidas y desvestidas (Diana 1995), Julio Chávez afirma que conoció a María Victoria a través de Alma Riva en el Teatro Margo.
A esta última le confeccionó un modelo en canutillo, bordado a mano que al verlo, le dijo: «Hasta que tuve el vestido de mis sueños».
Ella le dijo que le presentaría a una chica que prometía y lo condujo hasta el camerino de María Victoria, quien le pareció un tanto frívola y coqueta.
Ella quería un vestido negro, pero el modisto se opuso, asegurándole que uno rojo le daría suerte.
«El primero que hice fue de ese color, y tengo la superstición de que da suerte. En la prueba, la tapatía no lo quería entallado, pero le pedí que confiara en mí, que luciría más esbelta, llamaría más la atención del público y triunfaría».
Así fue. El público se entusiasmaba al verla enfundada en el vestido dibujando perfectamente su cuerpo delgado y ancho de caderas.
Luego vinieron los trajes con olán abajo y otros con drapeado atrás para exagerar sus líneas.Y siguieron más, algunos con bordados.
María Victoria entonces fue conocida como «la exótica vestida». Su fama surgió a raíz del cambio de vestuario y el estilo de su voz, sobre todo por la interpretación tan especial.
No hay duda de que ella encontró el camino de su consagración por muchas causas, sobre todo por el artificio de una moda caprichosa que incitaba al tumulto, al gentío que quería verla excitante y sensual, hasta provocar el escándalo.