Sociedad

Padre y madre deben tomar su rol

Spread the love

Viernes 13 de septiembre de 2024

La mayoría de los problemas de la mujer con la maternidad no radica en la crianza de los hijos en sí, sino en la falta de los recursos necesarios, el tiempo y la energía suficientes para dedicarse a esta tarea.

Nuestro tiempo es escaso, nuestras energías mentales y físicas se agotan y nuestras aptitudes y habilidades son diversas.

Una madre no puede pretender dedicar 8 a 10 horas de sus horas más fructíferas cada día y luego pretender llegar a casa e instruir, criar y catequizar en piedad a sus hijos.

Esto es sencillamente irreal: no hay suficientes horas en el día y aún si hubieran, el cuerpo y la mente se fatigan.

De ahí que Dios ordenara la división del trabajo en el matrimonio: al hombre (no siempre, pero sí normalmente), se le ordena trabajar fuera de casa, labrar la tierra y buscar la provisión y los recursos necesarios para que todos los miembros de su casa estén bien provistos en sus necesidades básicas: techo, comida, ropa, etc.

Esto permite a la madre (de nuevo, no siempre, pero sí normalmente) dedicar la totalidad de su día a la ordenación y crianza del hogar doméstico.

No tiene que preocuparse: ¿qué comeremos, quién vestirá a mis hijos, dónde viviremos? En lugar de eso, toma las materias primas que su marido provee, incluida su semilla, y con ello por medio de sus manos laboriosas, crea un hermoso paraíso dónde el marido y los hijos están satisfechos y no a su costa, sino que ella también, está satisfecha al ver el fruto de su labor.

La mujer no puede hacerlo todo; el hombre tampoco. Deben trabajar unidos, como un solo cuerpo, complementando sus habilidades, aptitudes y asignaciones divinas.

El hombre provee, la mujer procrea; el padre protege, la madre nutre; unidos, se ayudan mutuamente para el bien de toda la familia.

Dios, Patria y Libertad

Deja una respuesta