Opinión

Si don Víctor viviera…

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Lunes 19 de agosto de 2024

Si don Víctor viviera, seguro se nos vuelve a morir del coraje.

Cervera nunca habría imaginado que otro partido que no fuera el suyo, usufructuase su imagen y memoria.

Cervera no habría concebido una Casa del Pueblo sin sus descendientes, con sus amigos divididos y peor aún, con su familia haciendo lo posible por arrebatar su figura al partido al que dedicó su vida y que le dio todo.

Cervera nunca habría imaginado un evento priista que lo afrentase con la ausencia de sus presidentes estatal y municipal.

¿Donde estaba Gaspar?, ¿no había posibilidad de tomar un avión para ir a donde sea, concluido el evento?

¿Donde estaba Vadillo?, ¿no se supone que ya regresó de sus prolongadas vacaciones y ya consiguió superar el Jet lag?

Los cerveristas de toda la vida, se vieron separados: Dájer, el Profe Flores y Wilberth Chi en la casa del pueblo, mientras que Nerio Torres, Berlín, Hevia y Sobrino con el otro bando, en San Sebastián.

El nombre de don Víctor convertido en botín, disputado por integrantes de facciones diferentes. ¡Ah, si viviera…!

Poca prensa, poco entusiasmo, brillando también por su ausencia la alianza de colonos que tanto quisiera y que no en balde lleva su nombre. ¿Alguien sabe donde acabó Jorge Murillo?

Rolando demostrando el control qué ejerce en el partido, pero sin emoción, ni ánimo. Ni siquiera Fercas estuvo presente.

La gloria del caudillo en declive, como sol que declina, su memoria ofendida por un partido secuestrado, con una óptica sociopolítica extraviada y sin cuadros que aseguren su vigencia.

Cuanto le dolería a Cervera ver a su partido agonizante, moribundo, secuestrado por una pandilla encabezada por un campechano y representada aquí por aquel al que le pidieron proteger, en aras de la amistad.

Si don Víctor viviera, estoy seguro que les diría hasta la despedida y dejaría a más de uno sin un solo cabello a fuerza de coscorrones..

Mejor quédese allá don Víctor, en el más allá donde no llegan la corrupción, la ineptitud, ni la vergüenza de las traiciones.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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