La Clausura de los Juegos Olímpicos, fue totalmente masónica
Miércoles 14 de agosto de 2024
La inauguración de los Juegos Olímpicos de París (33ª Olimpiada, nótese el número, relacionado con el grado) fue con una abierta blasfemia en contra de Cristo y la Eucaristía y en concordancia, la clausura fue con una ceremonia abiertamente pagano-masónica celebrando al AntiCristo.
Fijaos en varias cosas:
- La deidad dorada, con apariencia de insecto y proto-alas, es arrojada a la tierra primigenia.
- Con sus esbirros fantasmales, toma la bandera griega (que tiene la Cruz blasonada) y con gran celo, la incrusta en la tierra.
- Un ángel blanco, con la cabeza y las extremidades cortadas, surge de las entrañas de la tierra, mientras la deidad dorada mira como recordando algo.
- Después, lo que tiene una apariencia muy parecida a uno de los «Sellos de Salomón» (símbolos cabalísticos utilizados en magia) se eleva al cielo con los otros anillos, mientras los demonios elevan la deidad dorada, como si estuviera el ángel caído alcanzando el lugar que una vez tuvo.
¿Qué es todo esto?
Sencillo: una oda a Lucifer, también conocido como Belcebú, «el Señor de las Moscas».
El Profeta Isaías dice de él:
– «¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Pero tú dijiste en tu corazón: «Subiré al cielo por encima de las estrellas de El (Dios), levantaré mi trono. Gobernaré en la montaña de la asamblea en las remotas laderas de Záfón. Subiré sobre las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo»» (Isaías 7:12-14).
¿Qué es Zafón? Zafón es la versión cananea del monte Olimpo, era la «montaña de la asamblea» donde se reunían los dioses, situada en la frontera sirio-turca, cerca de la desembocadura del río Orontes en el Mediterráneo, también conocido como Baal-zefón.
¿Qué nos está diciendo la Ceremonia Olímpica de Clausura?
Alto y claro, no de forma subliminal sino con orgullo abierto: Satán ha matado a Cristo y volverá a tomar su trono en el cielo como el «dios de los dioses». La clausura alude al «Gran Arquitecto» como le llaman los masones, el «portador de la luz y la ciencia» como dicen los gnósticos. «El padre de la sinagoga» como el mismo Jesús dijo de él (Juan 8:44).
Toda la Olimpiada fue una ceremonia, una celebración, una ofrenda a Belcebú, el príncipe de los demonios, la antítesis del verdadero Cristo y como lo llama San Pablo Apóstol:
– «El dios de este mundo que ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios» (2 Corintios 4:4).
Hemos presenciado la inauguración del reinado del Anticristo de una manera nunca antes vista: abierta, orgullosa y muy pronto, vengativa. Santos en Cristo, estad en guardia.
El Apóstol San Juan nos dice de él:
– «Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar Su Nombre y Su Tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo. Se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos; y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y le adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado» (Apocalipsis 13:6-8).
Entienda quien pueda …
Dios, Patria y Libertad