Espectáculos

Los líos del Chicote

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Jueves 18 de julio de 2024

A pesar del éxito que tenía «El Chicote», su fuerte carácter, que en ocasiones llegaba a la agresividad, contrastaba con su físico y los personajes que interpretaba.

Luis Armando Velázquez de León y Soto la Marina, mejor conocido como «El Chicote», quien apareció en muchas películas como un chaparrito bonachón, en la vida real, dicen que era agresivo, aficionado al alcohol y enamorado como el Charrasqueado.

Ese carácter lo llevó a tener problemas con sus compañeros, así como con los productores y directores, quienes, llegado un momento, ya no lo querían contratar.

Eulalio González «Piporro» contaba una anécdota que vivió junto a este personaje durante la filmación de la película «Calibre 44».

Un día, llegó «El Chicote» a pedirle trabajo, pero como ya conocían su fama de abandonar las filmaciones por varios días, «El Piporro» intentó deshacerse de él diciéndole que fuera a ver a Pedro Armendáriz, quien tenía más influencia sobre el director.

«El Chicote» fue a ver a Pedro, y este también intentó lo mismo, diciéndole que hablara con «El Piporro», el estelar de la película.

Pedro y «El Piporro» se fueron juntos para hablar con Julián Soler, quien dirigía la película, pero como el director ya conocía los antecedentes de «El Chicote», no quería aceptarlo.

Total que lo convencieron, pero con la condición de que ellos se tenían que hacer responsables de que no hiciera desorden y cumpliera con su trabajo.

Le leyeron la cartilla, y dentro de la película le inventaron el papel de ayudante de «Piporro», todo con tal de ayudarlo.

Al principio, todo iba bien, pero en la segunda semana «El Chicote» se emborrachó durante tres días en una cantina de Cuautla, Morelos, el pueblo donde trabajaban.

Estaba armado y nadie podía entrar porque eran recibidos a balazos. El enojo de «El Chicote» se debía a que no había discos de Jorge Negrete en la rockola, lo que lo llevó a destrozarla a balazos.

Cuando el director se enteró, muy enojado, mandó a Pedro Armendáriz y a «Piporro» para que fueran a sacar de la cantina a su amigo y recomendado.

Pedro llegó muy enojado, regañando a «El Chicote» por hacerlo quedar mal con el director, pero su reacción fue sacar la pistola y apuntarles, diciéndoles: «Miren, par de cabritos, se me salen y se van mucho a Chihuahua a un baile».

«El Piporro» miró a Pedro y le dijo: «Eso te lo dijo a ti», y Pedro le respondió: «No, fue a los dos, así que vámonos de aquí». Salieron del lugar a toda prisa porque sabían que «El Chicote» era capaz de dispararles, ya que se ponía muy violento cuando tomaba.

Lalo González, «El Piporro», contó que en cierta ocasión él y Pedro Armendáriz, preocupados por la salud de su amigo, lo instaron a dejar el vicio. Fue entonces que «El Chicote» les juró y perjuró que nunca más volvería a tomar una gota de licor.

Pero no pasó mucho tiempo para que rompiera su promesa, pues al día siguiente, lo vieron recostado a la orilla de la alberca del hotel en que se hospedaban, con un vaso de whisky en la mano.

Aunque apenas eran las 11 de la mañana, «El Chicote» ya estaba bien borracho.

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