Dios así lo quiso
Jueves 18 de julio de 2024
El tirador hizo todo bien.
Tuvo el tiro perfecto.
Lo realizó.
Pero justo en esa fracción de segundo, mientras apretaba el gatillo, Donald Trump giró ligeramente la cabeza, de modo que en el momento en que la bala salió de la recámara, la línea de visión era la punta de su oreja derecha.
No había nada que el tirador pudiera hacer en ese punto; recuperar el objetivo toma segundos y el francotirador ya tenía la cabeza del blanco fija en su mira.
Estamos hablando de probabilidades insuperables: con un rifle estilo AR-15 con munición de 5,56 mm, como el que utilizó el tirador, la bala tenía que estar viajando al menos a 800 metros por segundo, a una distancia de 135 metros, desde donde estaba el tirador en posición prona, eso significa que en menos de 2 décimas de segundo, la bala habría alcanzado a Trump.
Estadísticamente hablando, Donald Trump debería estar muerto ahora mismo, la mitad de la nación en profundo luto y la totalidad de la nación estallando en una sangrienta guerra civil.
Está vivo simplemente por una razón: la Providencia Divina.
No hay otra explicación posible.
El verdadero Dios del cielo lo quiere vivo. ¿Por qué? No es posible saberlo. Pero mientras Dios lo quiera aquí, ninguna fuerza en la tierra, por grande que sea, lo detendrá.
– «El hombre echa las suertes, pero el Señor es quien lo decide todo» (Proverbios 16:33).
Dios, Patria y Libertad