Rolando Zapata, el gran ganador

Miércoles 17 de julio de 2024

Si hubo un gran ganador en los pasados comicios, ese fue Rolando Zapata a no dudar.

Debido a la lotería electoral que significó la alianza con el PAN y el perderé, Zapata Bello se sacó el premio gordo sin comprar boleto de manera literal, al resultar favorecido con la obtención de una senaduría pluri.

Con ello, el ex titular del ejecutivo estatal no tenía necesidad siquiera de hacer campaña. No obstante, para cubrir las apariencias, Zapata Bello recorrió el territorio yucateco a lo largo y ancho, para «apoyar» a los candidatos de la alianza opositora.

Amén de ello, Rolando negoció y bien para los suyos: solicitó y obtuvo una candidatura a diputado federal para su delfín, Sergio Vadillo; y una candidatura a diputado local para su sobrino Esteban.

Huelga decir que todos los candidatos priistas a cargos de elección popular o plurinomonales, fueron allegados al ex gobernador, que se ha constituido hoy por hoy, en el propietario de la franquicia tricolor en nuestra entidad.

Al respecto, debemos apuntar que los ungidos por el dedo del ex titular del ejecutivo estatal, fueron muy malos, pésimos realmente y fueron apaleados en las urnas.

Incluso Sergio Vadillo y su sobrino Esteban fueron arrollados, teniendo Rolando que llegar al extremo de echar a patadas a Francisco Medina Sulub del RIP municipal, para poder otorgar a su delfín, Sergio Vadillo, un premio de consolación.

Por cierto, se dice que el gran perdedor de la elección estatal pasada, fue Sergio Vadillo que debió costear la actividad proselitista tricolor de su peculio, motivo por el cual siempre andaban regateando los recursos para todo aquello que no tuviera que ver directamente con la campaña del ex jefe de despacho. Rolando en cambio, no puso un quinto. Se limitó a figurar.

Pese a los desastrosos resultados obtenidos en los comicios, que implican reducción en el número de ayuntamientos y regidores de su partido, Zapata Bello no suelta la ubre tricolor, pues apoya los despropósitos reeleccionistas de Alejandro Moreno e intenta replicar en nuestro estado, las sandeces propuestas a nivel nacional por el campechano.

Incluso el ex gobernador ya aprendió a hablar como retrasado mental, usando el famoso lenguaje inclusivo, como lo hace su homólogo campechano. Ya solo falta que se empiece a inyectar bótox y a depilar las cejas.

Punto y aparte de ello, cualquier mediano conocedor de la política local puede percatarse que buena parte del equipo zapatista figura hoy por hoy en las filas de MORENA, generando suspicacias respecto a la lealtad del ex gobernador y la eficacia de su operación electoral, ya que ofreció aportar a la alianza 150 mil votos y no pudo reunir ni siquiera cien mil, lo que véase como se vea, es un completo fracaso.

Nos preguntamos si la mala selección de candidatos y las pésimas políticas implementadas al interior del tricolor, no son un plan con maña para proseguir la sangría y el desgaste paulatino sufridos por el RIP ya desde hace tiempo, hasta lograr reducirlo a su mínima expresión y facilitar desaparecerlo.

No olvidamos la charla sostenida con un allegado del ex gobernador hace unos meses, que concluyó con una sentencia lapidaria: si no se concreta un gobierno de coalición, bajo el agua operaremos por MORENA. Tal y como ocurrió.

Muchos priistas entre dientes opinan que Rolando pretende acabar al RIP en Yucatán y que en los próximos meses podremos darnos cuenta de ello, con mayor claridad, pues el flamante senador plurinominal y sus allegados, no darán ni un golpe para levantar al partido, sino que antes bien, harán lo que sea menester, para sepultarlo.

Con menos alcaldes, menos regidores, menos diputados locales, sin diputados federales, sin senadores de mayoría y con un solo senador plurinominal, fruto del acuerdo, Rolando Zapata Bello se erige como el único gran ganador de las pasadas elecciones, en las que todos, los demás participantes fueron literalmente hechos pedazos.

Muy cara resultó a los panistas la alianza con Zapata Bello, suponemos que deben estar arrepentidos de no haber pactado, con quien decían que pedía mucho.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad