Espectáculos

Compositor de fama mundial pide recuperar la Misa en Latín

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Lunes 15 de julio de 2024

Sir James MacMillan, compositor escocés de fama mundial, ha lanzado una petición en Change.org pidiendo «el fin de la prohibición de la Misa Tradicional en Latín».

MacMillan, junto con muchas otras personas del mundo de las artes y de la vida pública, ya había escrito a The Times el 3 de julio pidiendo al Vaticano que pusiera fin a su reciente política de prohibir la antigua Misa Tradicional en Latín en las parroquias católicas de todo el mundo.

MacMillan, de 64 años, es hijo de un sencillo carpintero. De joven fue brevemente miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Llamó la atención del público por primera vez en 1990 con el estreno de La confesión de Isobel Gowdie, una obra para gran orquesta sinfónica.

La aclamación internacional de la obra dio lugar a otros encargos de gran repercusión. El concierto para percusión Veni, Veni, Emmanuel de MacMillan se ha convertido en su obra más interpretada.

El legendario Mstislav Rostropovich también le pidió que compusiera su Concierto para violonchelo, que Rostropovich estrenó en 1997.

La fe católica de MacMillan ha inspirado muchas de sus obras sacras, incluido un Magnificat (1999) y varias misas. Él y su esposa, Lynne Frew, son dominicos laicos, y ha colaborado con el poeta católico Michael Symmons Roberts y con Rowan Williams, arzobispo anglicano de Canterbury.

En su petición de Change.org, MacMillan escribe que su petición, al igual que la carta del Times, es totalmente ecuménica y apolítica: «Sean cuales sean sus creencias, le insto a que la firme como gesto de apoyo a aquellos católicos que han encontrado consuelo espiritual en la antigua misa en latín y que ahora -en un momento en el que las minorías religiosas de todo el mundo se enfrentan al acoso- se enfrentan a la perspectiva de verse obligados a renegar de su propia y preciada herencia.»

Pide al público que sea respetuoso en cualquier mensaje de apoyo, «ya que esta petición no desafía en modo alguno la autoridad del Papa Francisco y los ataques contra él dañarían nuestra causa».

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