Los efectos del connubio
Miércoles 12 de junio de 2024
Una esposa puede elevar a un hombre o destruirlo, pero nunca el efecto será neutro.
Así también, un marido puede embellecer el alma de una mujer a grado tal, que su alegría se refleje en su rostro o amargarla hasta lo más profundo, de modo tal, que cualquier belleza que posea se estropee, pero nunca el efecto será indiferente.
¿Cómo puede una mujer elevar a un hombre? Honrándolo, respetándolo, tratándolo no como a un niño, sino como a un rey, como a un señor; recuerda, sólo los reyes llevan corona, si tú eres la corona que adorna su cabeza, él debe ser primero tu rey.
¿Cómo puede un hombre embellecer a una mujer? Siendo fiel a ella, tratándola como su reina y no como su esclava doméstica, queriéndola como su bien más preciado, por el que sacrificaría todo sólo para verla feliz; pero, sobre todo, hablándole con palabras de Sabiduría, de Luz, del Espíritu.
Haciendo esto aumentará su virtud, y al hacerlo, se preservará su verdadera belleza, esa que con el tiempo aumenta y no se desgasta: la belleza del alma.
– Decía el Apóstol San Pablo: «En todo caso, que el hombre ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer reverencie a su marido» (Efesios 5:33).
Dios, Patria y Libertad