Apariciones silenciadas por el obispo en 1950 en Alemania
Miércoles 12 de junio de 2024
Entre octubre de 1949 y octubre de 1952 se produjeron las apariciones de Virgen María como “Reina de las Rosas”, en el pequeño poblado de Heroldsbach, en Baviera, Alemania.
Las principales videntes fueron cuatro niñas de entre 10 y 11 años.
Pero hubo otras trescientas personas que dieron testimonio de las apariciones.
Incluso el párroco de la ciudad acogió con beneplácito estos fenómenos.
Se manifestaron en Heroldsbach milagros, visiones y profecías.
Y los mensajes insistieron en la oración, la penitencia y la conversión urgente.
El 9 de octubre de 1949, las niñas estaban recolectando hojas para las clases de arte.
Eran muy piadosas y rezaban el rosario todos los días.
Y de repente, una de ellas vio las tres letras IHS, que es el Santo Nombre de Jesús, en verde, frente a un bosque.
Y de repente, un poco más arriba, apareció una dama vestida de blanco con un rosario negro.
En los días siguientes regresaban y siempre Nuestra Señora aparecía.
Luego vinieron varios niños más que también la vieron.
El sacerdote de la parroquia local les dijo que usaran agua bendita y la rociaran para ver si ella todavía quedaba allí, y efectivamente, todavía quedaba allí.
Y luego les pidió que preguntaran: ¿has sido llevada al cielo con tu cuerpo?
Y la respuesta fue «Sí, pero seguí siendo la pequeña doncella».
Los primeros mensajes fueron que recen mucho y que existe el peligro de una guerra.
Estamos hablando de 1949, en la Guerra Fría, y un año después comenzó la Guerra de Corea.
Sucedieron muchos hechos sobrenaturales.
El milagro del sol el 8 de Diciembre 1949.
La visión del pesebre en la Noche Buena del 1949 y 1951.
Efectos luminosos especiales.
Los niños pudieron tocar y sentir la aparición al tacto.
Y vislumbraron el cielo y vieron a la Santísima Trinidad, que dijeron que fue lo más hermoso que hayan visto en la vida.
Diez mil peregrinos vieron el Milagro De Sol.
Y hubo 5 sacerdotes entre la gente, que dieron testimonio.
Vieron cómo el sol evolucionó hacia ellos, con una corona en su interior y la Virgen con el Niño dentro.
Se acercó y volvió a retroceder. Se acercó hasta unos 4 metros.
El fenómeno duró ½ a ¾ de hora.
Y dicen que fue visto en un radio de 45 kilómetros.
Fue similar a Fátima porque sucedió en un día muy lluvioso y, de repente, el suelo se secó.
Todos sintieron el calor mientras el sol giraba y se acercaba en tres etapas, y la gente se arrodillaba creyendo que era el fin del mundo.
La Virgen luego diría: “Lo hice porque hay muchos incrédulos, para que ellos también crean”.
En esa Navidad los niños tuvieron visiones muy hermosas del nacimiento de Nuestro Señor y luego de la Pasión de Cristo.
Nuestra Señora se acercó a un metro de distancia, casi pisaba el suelo, había una nube debajo de sus pies y permitió que los niños la tocaran.
E invitaron a otros niños y también a adultos a tocarla, algunos la sintieron.
En un caso, los niños le pidieron que bendijera un rosario, Ella tomó el rosario en sus manos, y todos vieron un rosario flotando un metro arriba, y luego bajando lentamente a las manos de los niños.
A veces, los niños eran invitados a arrodillarse y hacer una procesión de rodillas.
Sus rodillas quedaban sangrando y el médico decía que les tomaría semanas sanar.
Pero a la mañana siguiente, las rodillas estaban completamente curadas. Esto ocurrió al menos 30 veces.
Y María dio esta instrucción: “El pueblo debería hacer más penitencia y orar intensamente.
Durante el tiempo navideño el pueblo honrará especialmente a la Sagrada Familia, rezará el rosario todos los días, acompañado de la devoción al Corazón de María”.
Y sobre el final de las apariciones dijo: “Ustedes siempre deben guardar en los ojos a la Virgen, al Niño Jesús y a los santos.
No deben nunca ceder ante el cuerpo y sus sentidos.
En el Juicio todo será revelado, el bien y el mal.
El cielo se ha abierto sobre este lugar, pero pronto se cerrará de nuevo”.
Y además añadió: “La gente no ha hecho lo que les he pedido. Deberían arrepentirse y no lo han hecho.
Sólo uno es quien puede detener el castigo, este es el Salvador, Jesucristo.
Él evitará el desastre, cuando la mayoría de los creyentes realmente se arrepientan y prometan mejoras.
Vendrá una gran hambruna y desgracias”.
Y les enseñó una oración: “Oh María, déjanos estar bajo tu manto. Es la casa donde no podemos perecer”.
La aparición final sucedió el 31 de octubre de 1952.
Nuestra Señora apareció con el Niño Jesús, como lo había prometido, y dijo: “Nosotros no hemos venido a hacer milagros, sino para insistirles a la oración y la expiación.
Continúen rezando en esta colina aun cuando nosotros no aparezcamos más”.
Luego las niñas vieron centenas de ángeles y santos.
Y María finalizó con el mensaje: “¡La victoria será nuestra! No se han seguido Mis palabras y las de Mi amado Hijo, y eso que hemos reclamado para la salvación de todos.
Es el último llamado que les hemos dirigido. Orad mucho por los sacerdotes, para que se arrodillen y oren con vosotros”.
Sin embargo, a pesar de la acumulación de milagros testificados, los fenómenos no fueron reconocidos por la Iglesia.
La peregrinación fue oficialmente prohibida por el Obispo, porque dijo que los protestantes se estaban burlando diciendo que no podían escuchar a niños pequeños enseñándoles teología.
Dijeron que era demasiado sobrenatural y no les gustó, por lo que trataron de destruirla.
Pero en 2020, cuando Francisco abrió los archivos del pontificado de Pío XII, el historiador Dr. Michael Hessemann descubrió cientos de páginas de documentos sobre Heroldsbach.
Y confirmó que hubo un intento deliberado de manipular a Roma con desinformación sobre Heroldsbach, porque no querían que se convirtiera en una Fátima alemana.
La apostasía en la Iglesia alemana venía desde hacía algunas décadas.
Pero ha tenido otros reconocimientos.
Una vez, un grupo de peregrinos alemanes fue a ver al Padre Pío y él les dijo: “Ustedes son de Alemania, de Baviera, ¿qué están haciendo aquí en el sur de Italia? Nuestra señora de las Rosas, aparece en Heroldsbach y ustedes vienen aquí. Vayan allí, Ella escuchará sus oraciones”.
Y Carlo Acutis, en su exposición sobre las apariciones marianas, incluyó deliberadamente a Heroldsbach, porque tenía la sensación de que era auténtica.
La devoción a Nuestra Señora de las Rosas sobrevivió entre el pueblo a pesar de los intentos de destruirla, y hoy Heroldsbach es un centro de oración reconocido por la Iglesia, para la veneración de la Madre de Dios.
Y hay un movimiento para que la Iglesia reconsidere su juicio negativo.
