Huid de la pornografía
Viernes 7 de junio de 2024
Todo lo que se ve en esta imagen, una ventana a lo divino, la pornografía lo destruye:
- Al hombre, lo destruye carcomiendo su virilidad y su capacidad de mantener una relación de por vida, fiel y amorosa con una sola mujer.
- A la mujer, la destruye hipersexualizándola desde la juventud, inclinándola a valorarse sobre todo por su atractivo sexual, y no por su virtud.
- Al niño, lo destruye incluso antes de nacer, al producir una sociedad promiscua que debe legalizar y justificar moralmente el aborto en masa, a causa de los innumerables embarazos no deseados, fruto de encuentros sexuales sin sentido y motivados por la lujuria, resultado de una cultura pornográfica.
- Al matrimonio, lo destruye al producir una cultura que ya no asocia el matrimonio con su fin natural, engendrar hijos y transmitir el patrimonio familiar, sino que lo reduce a una institución meramente sexual que gratifica la lujuria: el terreno moral sobre el que se justifica el «matrimonio» homosexual, la muerte del matrimonio.
- Por último, a la verdadera Religión (es decir, el Catolicismo) la corrompe envenenando el alma, corrompiendo la mente y matando el espíritu de toda una generación que desde temprana edad, está enganchada a la pornografía, lo que conduce a todos los demás vicios y adicciones.
- Una sociedad viciada, atontada y fácilmente manipulable es lo que es producido por los que odian la cruz de Cristo, los anticristos, que son los que lucran con la pornografía.
– «φεύγετε τὴν πορνείαν! … Huid de la pornografía!» (1 Corintios 6:18).