Pasaportes de carbono para controlar nuestros movimientos
Viernes 22 de diciembre de 2023
CNN pide “pasaportes de carbono” para controlar el movimiento humano: “Es hora de limitar la frecuencia con la que podemos viajar al extranjero”
Los temores sobre el calentamiento del planeta han llevado a CNN a emitir una advertencia de viaje a los estadounidenses: dejen de volar al extranjero o el planeta se derretirá.
Un artículo reciente de CNN escrito por Ross Bennett-Cook propone la emisión de «pasaportes de carbono» para regular la frecuencia con la que se permite a los estadounidenses viajar internacionalmente antes de que su «huella» exceda cualquier límite arbitrario que los multimillonarios globalistas decidan que son necesarios para su rebaño de esclavos humanos.
Bennett-Cook dice que los estadounidenses deberían empezar a limitar voluntariamente sus viajes incluso ahora sin pasaportes de carbono porque eventualmente será un requisito, o eso dice.
«Los turistas deberían prepararse para cambiar sus hábitos de viaje ahora, antes de que este cambio se les imponga», escribe Bennett-Cook.
«Los impactos negativos del turismo en el medio ambiente se han vuelto tan severos que algunos sugieren que los cambios drásticos en nuestros hábitos de viaje son inevitables».
Bennett-Cook citó un informe que analiza el futuro de los llamados viajes «sostenibles».
En el nuevo orden mundial «verde», los pobres estarán fuertemente restringidos en todo lo que hacen, dicen y comen. Los ricos, por el contrario, seguirán paseando en sus aviones privados atiborrándose de los mejores filetes, caviar y otras delicias.
Un pasaporte de carbono asignaría a cada viajero individual una determinada asignación anual de créditos de viaje que no se puede exceder. Las asignaciones asignadas esencialmente «racionarían» los viajes de las personas para garantizar que la huella de carbono del planeta se mantenga por debajo de un cierto nivel.
En Estados Unidos, la huella de carbono anual promedio por persona es de 16 toneladas, una de las más altas del mundo. El Reino Unido registra 11,7 toneladas, lo que sigue siendo más de cinco veces la cifra recomendada por el Acuerdo de París.
«… la huella de carbono global promedio debe reducirse a menos de dos toneladas para 2050», escribe Bennett-Cook. «Esta cifra equivale a unos dos vuelos de ida y vuelta entre Londres y Nueva York».
Para el año 2040, la agencia de viajes Intrepid Travel predice que los pasaportes de carbono estarán plenamente implementados. Los precios de los billetes para volar al extranjero también serán notablemente más altos para entonces y tendrán que aumentar un 1,4 por ciento cada año para alcanzar los objetivos climáticos.
Algunos países europeos ya están avanzando en esta dirección, incluida Bélgica, que a principios de este año aumentó los impuestos a los vuelos de corta distancia. El objetivo es disuadir a los no multimillonarios de volar y buscar formas alternativas de viaje, como el autobús o el tren.
En Francia, los vuelos nacionales de corta distancia están prohibidos siempre que el mismo viaje pueda realizarse en tren en dos horas y media o menos. Se nos dice que España planea hacer lo mismo.
Alemania es otro país europeo que parece estar de acuerdo con la agenda climática. Una encuesta de YouGov supuestamente encontró que el 70 por ciento de los alemanes apoyan restricciones similares a los viajes de corta distancia para luchar contra el calentamiento global si se dispone de métodos alternativos de viaje, es decir, trenes o barcos.
La ironía de obligar a la gente común a tomar barcos en lugar de aviones siempre que sea posible para luchar contra el cambio climático es el hecho de que los cruceros bombean cuatro veces más gas sulfúrico a la atmósfera que los aviones.
«Sustituyamos todos los pasaportes diplomáticos por pasaportes de carbono», escribió un comentarista en oposición a la tiranía verde.
«¿Cómo debería llamarse esto: Estúpida Propuesta No. 79 para salvar la Tierra? ¿O el número es mucho mayor?» bromeó otro.
«Estoy en contra de cualquier cosa que dé al gobierno más poder o autoridad sobre mí», escribió otro.
El cambio climático provocado por el hombre es un mito.