Opinión

¿Tu también Pablo?

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Lunes 27 de noviembre de 2023

Desde que comenzó el éxodo de priistas a MORENA que iniciaron Pancho Torres y Mauricio Sahuí con coqueteos a uno de sus membretes, comenzó a sonar el rumor de que era cuestión de tiempo para que los imitara Pablo Gamboa, de quien se contaban infinidad de devaneos con figuras allegadas a la 4T.

Incluso nuestro buen amigo y atinado columnista Víctor Quijano se atrevió a pronosticar que muy pronto figuraría el vástago de Emilio Gamboa entre los transfugas del tricolor.

Empero, a pesar de muchas cosas, fueron otros quienes chapulinearon a las filas del oficialismo, pensando que de esta manera, garantizaban la continuidad de sus proyectos políticos personales, pues no encontraban visos de que ello fuera posible, permaneciendo en el PRI.

Contra lo que muchos esperaban, Pablo Gamboa no se movió un centímetro. Incluso se barajó su nombre como una de las posibles alternativas para llegar a senador, cosa que parecía perfectamente viable, dada su trayectoria y relaciones.

Pero estando ya a la vuelta de la esquina el proceso electoral, ha sido ampliamente difundida una fotografía en la que el ex titular de la COMEY apareció charlando con el seguro candidato a gobernador de la 4T.

Y evidentemente no hablaban de fútbol, ni del estado del tiempo. Es claro que la plática era de política y de lo que Pablo podía ofrecer sumándose y de lo que pediría a cambio de hacerlo.

Y al estar alineados ya del lado de la 4T sus principales allegados, operadores y amigos, la especie del cambio de bando de Pablo, adquiere sentido y tiene visos de veracidad, pese a su eventual postulación como diputado por el Frente Amplio por México.

Imposible criticar por tratar de atraerlo al aspirante de MORENA. Lo que hace es de buena guerra y razonable. Resulta obvio que en función de sus intereses, pretenda anadir gente a su causa.

Lo que resulta cuestionable es la actitud de Pablo, de quien se esperaba un mínimo de lealtad, después de todo lo que su familia ha recibido del PRI y que se ha traducido en una inmensa fortuna y poder.

Pablo no necesita pues, ocupar un cargo en la administración pública para sobrevivir. Sus tataranietos tienen la vida asegurada sin dar un golpe.

No entendemos como no tuvo un ápice de lealtad para dar un paso al costado y evitar ser parte de la nómina de la ignominia, esperando en mérito de su edad, tiempos mejores para cristalizar sus ambiciones.

Mal por Pablo, pero se entiende, pues siempre se rodeó, salvo honrosas excepciones, de un equipo de cretinos infumables, que además de creerse la última coca cola en el desierto, sentían saberlo todo de política, cuando en la realidad eran un hatajo de buenos para nada.

Muchos pudieran ver en la muy segura próxima defección de Pablo Gamboa, otro ominoso estertor del otrora invencible y en efecto, hay motivos para ello.

Pero por otra parte, su eventual salida, abriría también la puerta a la participación de muchos cuadros valiosos, impedidos de una oportunidad de figurar, por la presencia en escena del junior.

Aunque no hay nada oficial y tras viralizarse la imagen, ha imperado un muro de silencio, no creemos que Pablo emule a su tocayo, perseguidor de los cristianos, sino que pensamos se contagiará del impulso homicida de Bruto.

Por tanto, sabemos que oficializar la renuncia, es algo que se dará más temprano que tarde.

Así, Pablo Gamboa asestará de manera alevosa una puñalada por la espalda al partido al que le debe todo cuanto es y tiene; y que no podrá a ejemplo de Julio César, sino preguntar al hundirse el filo del acero en su espalda: ¿Tú también Pablo?

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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