Las lecciones de Rocky
Lunes 14 de agosto de 2023
Uno de los mejores momentos cinematográficos de todos los tiempos: nuestro querido desaventajado (perdedor), surgido de los barrios pobres de Filadelfia, con una oportunidad por el título contra el campeón mundial de boxeo de los pesos pesados … pierde.
Es el final de la duodécima ronda, suena la última campana y el campeón reinante, agotado y en completo shock, con respiración entrecortada le dice al recientemente desconocido contrincante: «no habrá una revancha … no habrá una revancha». A lo que Rocky le responde confiadamente: «No quiero una».
La lección: hay gloria en la derrota también, cuando esa derrota significa que lo diste todo en el campo de batalla.
No ganaremos todas las batallas en la vida: a veces, los adversarios a los que nos enfrentamos son más fuertes, más ligeros y más expertos que nosotros (o sencillamente mejor posicionados por el tiempo y la circunstancia). Pero no por eso tiramos la toalla: recorremos la distancia.
Rocky lo dijo muy claro: lo único que le importaba era recorrer la distancia hasta la campana final; ganar o perder no importaba. Si pudiera escuchar el último timbre, estaría satisfecho.
Y de eso se trata la vida también: no ser siempre el número uno, sino perseverar. En la vida no hay que ganar, solo hay que aguantar hasta el final.
Nota técnica: Podría decirse que Rocky es la película más exitosa de todos los tiempos: con un mísero presupuesto de 960,000 dólares, pasó a hacer $225 millones en la taquilla, en términos de margen de beneficio porcentual, una ganancia de 23,337.5%! Así es como se hace una película: con héroes icónicos que inspiran generaciones.
Dios, Patria y Libertad
