Dos visiones de cine distintas
Martes 11 de julio de 2023
– A la izquierda, la última entrega de Disney de la franquicia Indiana Jones. Tuvo un monstruoso coste de producción de 300 millones de dólares. Seamos amables y digamos que sólo gastaron 200 millones en marketing (normalmente el coste de marketing es 1-2 veces mayor que el de producción).
Después de 10 días en los cines de todo el mundo, sólo ha recaudado unos 248 millones de dólares.
Eso lo deja en un agujero financiero de unos $250 millones. Solo The Flash ha sido un peor fracaso cinematográfico en la historia reciente.
– A la derecha, la última película de Angel Studio (una productora independiente de cine cristiano), Sound of Freedom (Sonido de Libertad), basada en la vida real del héroe contra la trata de niños y la explotación sexual infantil, Tim Ballard, interpretado por el famoso protagonista de La Pasión de Cristo, Jim Caviezel.
La película terminó filmación en 2018 y se llegó a un acuerdo de distribución con 20th Century Fox.
Sin embargo, ese estudio fue comprado por »Walt Disney Company«, ¡que descartó de inmediato la película!
Eduardo Verástegui, productor del film, se puso en contacto con Angel Studios, y finalmente, después de 5 años, se estrenó en cines sólo en Estados Unidos.
Con un presupuesto de unos $14.5 millones, y en sólo 10 días en los cines de EE.UU. (recuerde, a diferencia de Indiana Jones de Disney no ha llegado a los mercados fuera de los EE.UU.), ha recaudado $40.2 millones de dólares, más del doble de su coste (no estoy incluyendo el coste de marketing, ya que Angel Studios trabaja con «crowdfunding», que recauda los fondos necesarios para distribución y mercadeo de la película a través de donantes privados).
Por cierto, los medios de comunicación liberales dominantes (por ejemplo, Washington Post, Variety, etc.) han atacado sin cesar la película y la organización sin ánimo de lucro contra el tráfico sexual de niños de Tim Ballard.
Rolling Stones la llama «una película de superhéroes para papás con gusanos en el cerebro».
Aparentemente, según las mentes «progresistas», si estás en contra de la explotación infantil, eres un descerebrado. Un claro testimonio del patético periodismo de los medios de comunicación dominantes de nuestro tiempo.
Pero en fin, no importa el ataque y la coordinada agenda progresista-liberal ejercida por los grandes financieros del mundo: cada vez es más evidente que, por mucho dinero e influencia política que se inviertan en proyectos progresistas, la gente común se está rebelando a la manipulación y propaganda y dice «¡Basta ya! ¡Estamos hartos! Llevaremos nuestro dinero y nuestro tiempo a proyectos mejores y más pro-familia y de valores conservadores!».
Escucha Hollywood o te quedarás en bancarrota (ya lo estás moralmente, pero eventualmente, también sucederá financieramente).