Defender el hogar de depredadores
Martes 20 de junio de 2023
Algunos no quieren verte a ti destruido, sino que quieren ver a tus hijos y a los tuyos en el piso, pues bien saben, que te dolerá más ver la humillación de tus seres queridos, que tu propia destrucción.
Son aves de rapiña, doblemente malditos: no tienen amor ni compasión, no solo de los hombres que saben defenderse, sino que ni aún de los tiernos e indefensos.
De hecho, son sus presas preferidas: los débiles, los infantes, los fácilmente manipulables por su tierna edad e inmadurez psicológica.
Padres, os lo ruego: ¡no seáis misericordiosos con tales depredadores y corruptores de niños! Su deber más sagrado como padres, es proteger a los débiles, a los indefensos y a los vulnerables, a los miembros de su propia casa.
El padre que da la bienvenida al lobo en su casa en nombre del amor y la tolerancia, abandona su deber más sagrado y deja toda su casa, madre e hijos, para despojo del depredador.
Dios, Patria y Libertad