Dos visiones opuestas
Martes 23 de mayo de 2023
Un asesor financiero, de treinta y tantos años, soltero, tuiteó:
—»Consejo candente: no te enamores entre los 22 y los 29, hay mucho que perder. Tu carrera te lo agradecerá».
Jeremy Tate, creador de un plan de estudios de enseñanza radical e innovador que combina tecnologías modernas y educación holística clásica (piense en lógica, retórica, literatura clásica), transformando la educación en nuestro tiempo, tuiteó en respuesta:
—»Para ser honesto, me lamento un poco de haberme casado a los 23. Si pudiera regresar el tiempo y hacerlo de nuevo, me casaría con ella a los 18. Y no habría esperado hasta los 24 para comenzar a tener hijos. Si hubiéramos comenzado antes, podríamos tener al menos 10. No hay nada mejor». [Nota al margen: tiene 6 hijos].
Estas son dos filosofías de vida radicalmente opuestas: Una, se ha convertido en el paradigma central de la cultura actual, que informa todo, desde la educación pública, el campus universitario, el mundo corporativo, las artes, el cine, la política y hasta la religión popular.
La otra, se considera una tontería «pasada de moda»; una mentalidad de generaciones anteriores que «no sabían nada de ecología, ciencia, planificación familiar y creían en fantasías».
Estos son dos caminos diametralmente opuestos: uno es antinatalista; el otro, orientado a la familia.
Uno materialista, todo se mide por cuánto dinero produces; el otro es espiritual, valores no pecuniarios como el honor, la fe y la tradición son tenidos en mayor estima.
El primero es individualista y hedonista, pero termina en autoextinción; el segundo, exige verdaderos compromisos y sacrificios en familia, pero se perpetúa, florece y conquista.
Católico: en medio de una cultura antivida, antifamilia y antiteista: escoge sabiamente que camino andar.
Dios, Patria y Libertad