EL LEGENDARIO VICTORIANO RAMIREZ LOPEZ ALIAS EL CATORCE
Jueves 4 de mayo de 2023
Marzo 23 de 1892 en Rincón de Chávez San Miguel el Alto, nace el hombre legendario e inolvidable, Victoriano Ramírez apodado “El Catorce”.
Hijo de Carlos Ramírez y Bibiana López que contrajeron nupcias en abril de 1880.
Victoriano trabajaba para un hacendado donde era capataz, un excelente jinete, bueno para utilizar armas y enamorado con las mujeres. Cuerpo regular, varonil en su presencia, noble y bravo combatiendo.
En las investigaciones del Periodista y Escritor Víctor Ceja Reyes hace una entrevista con la señorita Guadalupe Jiménez donde le platica la vida amorosa de Victoriano:
“Su primera mujer fue Crescencia Macías; esa murió, la segunda creo que… “ omite lo que ya habíamos podido saber: que era de cierta ligereza y Victoriano fue demasiado generoso; incluso existe la versión de que sorprendió a los dos en situación comprometedora, imposible de negar.
Perdonó a los dos; el hombre sorprendido se moría de miedo. “Otro, yo creo que no procede así; no lo mató, no era de mal corazón. No se como se llamaba esa señora”.
Una de la versión del apodo “El Catorce”.- como era un hombre que no tuvo escuela no sabia leer ni escribir, se dice que nomas contaba hasta catorce y que contaba así: uno, dos, tles, doce, tlece y catolce.
La versión más apegada a la historia, es que Victoriano acompañaba a su patrón a las carreras de caballos en Santa María del Valle. De pronto en una pelea, Victoriano mata al apostador del patrón y se convierte en asesino. Fue aprendido y llevado a prisión a San Miguel del Alto.
Tiempo después se fuga de la cárcel y se esconde en el cerro del Águila, cercano a San Miguel.
Su Tío José María López, quien fue presidente del municipio, mandó 14 policías armados a detenerlo.
Victoriano un excelente tirador con buena puntería, los eliminó uno por uno, hasta matar a los catorce. Hace un atado con los 14 rifles y se los manda a su tío, el Presidente de San Miguel con un recado de palabra: “que no le enviara a buscar con tan poca gente”. De ahí surgió el famoso apodo.
Manuel Ontiveros, uno de los mas activos de la ACJM de Jalisco, había estado en San Miguel. En uno de los últimos mítines de esa asociación, se encontró con Victoriano.
En Guadalajara los Acejotaemeros compañeros de Ontiveros, se preguntaban: ¿Quién era el Catorce?
Les platicó la historia de los orígenes de su apodo. Impresionados sobre la gran hazaña del Catorce, Manuel Ontiveros agregó en el informe:
“En los Altos de Jalisco hay un hombre que es muy valiente, bueno para utilizar las armas, que es retecatolico y tiene mucho partido entre los rancheros, llamado Victoriano Ramírez, apodado “El Catorce”.
Victoriano no tarda en ponerse en contacto con el Presbítero José Reyes Vega en San Julián, en donde se unieron los Jefes Cristeros. Se encontraban Luis Anaya, Lauro Rocha, Padre José Reyes Vega y por supuesto el Catorce, acampando en el Rancho de los Cerritos, a 6 kilómetros de San Julián.
El 15 de marzo de 1927 mandó al general Espiridión Rodríguez Escobar a combatir a los levantados en San Julián.
Mandó al pacífico Margarito Ramírez a informarse de que elementos disponían los cristeros y después de hablar con Victoriano Ramírez, alias “El Catorce”, informó que eran 20 cristeros plenamente resueltos a defender la plaza. Por parte de los federales, 400 elementos atacarían.
Al amanecer de ese día, los cristeros tomaron posiciones, los federales avanzaron, el pueblo parecía desierto. Las avanzadas federales penetraron en el pueblo, al parecer sin encontrar resistencia.
De pronto el grito ¡Viva Cristo Rey!… inició el combate. Eran las seis de la mañana. Después de las 9 horas de combate ya casi derrotados los Cristeros por el 78 Regimiento de Caballería comandado por el Gral. Espiridión Rodríguez y escuadrones de las Guardias Presidenciales jefaturados por un general de apellido Limón.
Ya se sentían dueños de la plaza, sobre todo cuando vieron que un grupo de hombres armados se acercaban a la población, pensando que eran refuerzos para ellos, cuando en realidad eran para los Cristeros.
Era el general ex villista Miguel Hernández, quien separó su columna en tres partes, para entrar en San Julián.
Este fue el primer triunfo Cristero que tuvo una gran relevancia en todo el país.
A partir de entonces Victoriano, no fue conocido solamente en los Altos de Jalisco, sino en toda la República Mexicana con el famoso grito: “VIVA EL CATORCE”
En el mes de Junio de 1927, el gobierno le hace una tentadora oferta al Catorce para que dejara las armas
Le ofrecieron una gran cantidad de dinero y pasaporte para ausentarse del país, inclusive, concederle grado de Coronel dentro del ejercito. Victoriano Ramírez no les contestó.
El Licenciado Miguel Gómez Loza, “El Chinaco”, le pregunto al Catorce sobre la carta de oferta mandada por el Gobierno, si era verdad.
El Catorce metiéndose la mano al bolsillo saca un papel y se lo entrega al licenciado y le comenta:
“Estos están creyendo que yo ando por el interés del dinero, mire, dese cuenta de lo que dicen”.
Rafael Martínez Camarena quien era el Secretario y encargado de la correspondencia de Gómez Loza, les contesta la carta como se lo describe Victoriano:
“Que a mi no me de nada; que nomás arreglen eso de los padrecitos y las iglesias y yo me estoy en paz, pero que mientras no lo arreglen, no piensen que con dinero me van a comprar”.
Cabe mencionar que el Catorce a cada rancho que iba, salían las mujeres para gritarle: “Viva el Catorce”. Algunas lo besaban y le daban un peso o dos para la causa.
Victoriano el dinero lo repartía a sus tropas según el rango que tenían, a los hombres del Catorce se les conoció como “los Dragones del Catorce”.
Victoriano Ramírez tuvo derrotas y victorias. Y también se ganó el respeto de su gente: él no mataba por matar.
Incluso se dice que tomaron a un federal de prisionero, que pidió que si lo iban a fusilar, que el Catorce dirigiera el pelotón de fusilamiento. A lo que el respondió: “yo no mato a personas desarmadas”.
Se dice también que el mató a veintiocho federales en combate con su puñal para economizarse el parque. Así fue ganándose más fama y causaba más temor al gobierno.
En el Libro “Por Dios y por la Patria”, escrito por Sacerdote Jesuita y ex cristero Heriberto Navarrete, se narra la conversación que tuvo con el Catorce:
“—Oiga Victoriano ¿Cómo se llama su mujer?
—¿Cuál?
—Su mujer legítima
—¡Hum! Cualquiera es legítima
—No puede ser, usted es católico y ahora pertenece a los Soldados de Cristo Rey, no puede ignorar que la Iglesia condena el amasiato.
—Mire, son cosas distintas, yo soy católico y siempre que podía iba a misa, me da mucha rabia que el condenado gobierno corra a los padrecitos y quiera robarse las Iglesias. Se rezar, pero todo eso en cuanto católico, lo del uso de las mujeres es en cuanto hombre. ¿Qué tiene que ver?
—Mucho tiene que ver, el abuso de esa facultad que Dios creó para conservar el género humano, es pecado.
—Depende, mi amigo, si dijera que yo desgracio muchachas a la fuerza o que las que se juntan conmigo están contra su voluntad, no digo que no, pero ¡que me echen en cara a mi esos abusos! a mas de eso, a una mujer que yo le guste, siempre le arrimo cuanto le hace falta para vivir, yo no las perjudico.
—Si no se tata de eso.
—Pos de eso se trata, si no, ¿de que?
—De que entienda que el hombre no puede tener mas de una mujer.
—Habrá unos que si.
—Todos, Victoriano es de ley para todos, bien sabe usted por eso los hombres se casan, van a la Iglesia y prometen vivir unidos a una sola mujer, formando una familia.
—Si pero las mujeres que no se casan, esas, ¿Qué?
— esas ¡nada!
— ¡Curioso! además todos hacemos nuestra lucha, cualquiera tiene por ahí otro rincón, aparte de su casa con la mujer deveras.
—Eso quiere decir que hay muchos que no vienen como Dios manda.
—A lo que esos son los que viven como Dios manda.
— Cierto que no, ¿Nunca ha oído usted a los padres explicar eso?
—¿Los sermones , dice? Cuando aun todavía no había revuelta, iba a la misa mayor a veces.
—Pues debía usted enterarse cual es el buen camino.
—Bueno, ya se, los padrecitos dicen bien, ¡Claro! ¡Todos estamos de acuerdo! Ellos lo tienen que decir, ese es su quehacer, nosotros no los desmentimos, ¡seria desvergüenza! Esto es acá, sin mucho ruido, uno hace lo que puede sin escándalo”.
Cabe mencionar que un Cristero llamado Mario Guadalupe Valdez quien era muy amigo de Heriberto Navarrete, le traía mucho coraje a Victoriano Ramírez, por la conducta de desobediencia del Catorce hacia el Padre y Gral. José Aristeo Pedroza, a quien el Gral. Gorostieta lo convence que se encargue de La Brigada de los Altos de Jalisco. Pedroza lo baja de grado dejando a Mario Guadalupe Valdez como Jefe del Regimiento de San Miguel el Alto.
En el diario intimo de Concepción Alcalá. En la fecha mencionada apunta:
“El día 7 de Marzo de 1927, a las 9 de la mañana entró el Catorce con solo siete compañeros que le habían dejado, cuando Mario Valdez le quitó el mando de los soldados que traía a su cargo. Fue aclamado por el pueblo con gran entusiasmo.
El mismo día, a las 3 de la tarde, llegó Valdez con 60 hombres, desde su llegada, se dedicó a embriagarse dejando en libertad a sus soldados para que entraran a las casas, de donde sacaban pequeñas cantidades de dinero.
Como el Catorce le reprochó esa conducta, ordenó Valdez que desarmaran a los que lo acompañaban, negándose él a entregar las suyas que también querían quitarle.
En la noche lo invitaron a una cena en la casa de la señora Mercedes Jiménez de Jiménez, en donde se encontraban Valdez, J. Jesús Jiménez y algunos otros de sus enemigos.
Sospechando que trataban de envenenarlo, rehusó tomar lo que le ofrecían y procuró salir de aquella casa, siguiéndole Valdez.
Al ver esto Primo Ramírez, el asistente del Catorce, se interpuso entre ambos, haciendo fuego en contra de Valdez, sin causarle la más leve herida. Entonces Jesús Jiménez disparó sobre Primo, dejándolo muerto en el acto.
El Catorce pudo escapar, en medio del fuego de los soldados de Valdez, quien sin respetar a las muchas personas que se encontraban en la plaza y calles, ordenó que dispararan, ofreciendo en voz alta dos mil pesos al que le entregara al Catorce vivo o muerto. Pero no logró sus deseos, porque el Catorce pudo ocultarse en una casa de la orilla del pueblo”.
Del mesón de San Pedro sacaron a Domingo Vázquez, uno de los compañeros del Catorce, como con anterioridad había sido desarmado, no pudo hacer resistencia y en el saciaron su odio, dándole diecisiete balazos y despedazando su cadáver con los cascos de los caballos.
En seguida, Cecilio Cruz ordenó que tocaran la música y de no hacerlo así, “sabríamos lo que eran los cristeros».
Hay muchas versiones sobre la muerte del Catorce, don Francisco Gallegos Franco, cronista de Tepatitlán afirma:
“…El 16 de Marzo de 1929 se dirigió a Tepatitlán con sus pocos hombres a pedirle disculpas al Gral., Padre Pedroza para que reincorporara el mando de su Regimiento, al saber que se encontraba en Tepatitlán lo apresan y se hace consejo de Guerra y fue sentenciado a ser pasado por las armas.
Lo encierran en el Registro Civil de la Presidencia Municipal, Cuando el Padre Vega iba hablar con el Catorce, Valdez dijo: “mire Padre, el Catorce se iba a pasar a las filas del General Ubaldo Garza, hasta traía unas cartas comprometedoras aquí en su chamarra…”
Y le meten la mano ala bolsa. – ¡Que maten a ese cabrón! – fue la inmediata respuesta del Padre. Victoriano respondió de inmediato: — “No se crea padre, aquí hay gato encerrado, yo se que este…”
Valdez rápidamente lo interrumpe, cortándole la garganta al Catorce, manchando todos los libros que se encontraban en el Registro Civil.
Don Pancho Ruvalcaba gritó:– ¡esto es una traición! Y Enrique López saca su pistola calibre 45 para matar a Valdez, lo detienen Heleno Cano diciéndole ¡Cálmate o a ti también te dan! “.
Hasta el día de hoy, se cantan corridos sobre Victoriano Ramírez “El Catorce”, sobre el combate en San Julián y sobre su muerte. El Catorce es muy querido por la gente de los Altos de Jalisco y es figura relevante de la Cristiada.