Estado de catástrofe nacional por los apagones en Sudáfrica
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, declaró el jueves el estado de catástrofe para combatir los graves cortes de electricidad que han paralizado la economía del país.
En los últimos meses, la empresa estatal de energía Eskom se ha visto obligada a programar cortes de electricidad de hasta 12 horas al día, una práctica conocida como loadshedding.
Ahora se prevé que el crecimiento económico del país descienda a sólo el 0,3% este año, frente al 2,5% del año pasado.
«Por tanto, declaramos el estado de catástrofe nacional para responder a la crisis eléctrica y sus efectos», declaró Ramaphosa en su discurso anual sobre el estado de la nación en Ciudad del Cabo.
¿Para qué servirá declarar el estado de catástrofe?
Eskom ha acumulado deudas y ha tenido problemas para mantener la infraestructura eléctrica de carbón del país. El proveedor de electricidad se vio envuelto en escándalos de corrupción bajo la presidencia de Jacob Zuma.
Declarar el estado de catástrofe permite al gobierno seguir procedimientos de contratación de emergencia con menos regulaciones y trabas burocráticas.
También desbloquea financiación adicional para que el gobierno compre rápidamente nuevos equipos energéticos, como generadores y paneles solares.
La última vez que el gobierno sudafricano declaró una catástrofe nacional fue en 2020, al inicio de la pandemia de COVID-19.
«Circunstancias extraordinarias requieren medidas extraordinarias», dijo Ramaphosa el jueves.
Los partidos de la oposición se oponen
El mayor partido de la oposición sudafricana, la Alianza Democrática, ha prometido impugnar la declaración de desastre de Ramaphosa ante los tribunales.
Afirmó que el Congreso Nacional Africano de Ramaphosa abusó de los procesos de adquisición durante la pandemia y emitió reglamentos sin sentido.
Mientras tanto, el partido de izquierdas Economic Freedom Fighters (Luchadores por la Libertad Económica) se retiró en masa antes del discurso sobre el estado de la nación. Algunos miembros del partido irrumpieron en el escenario, provocando que el discurso de Ramaphosa se retrasara 45 minutos.
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