Los tradicionalistas son infieles, acusa Bergoglio
Jueves 13 de octubre de 2022
Francisco predicó el 11 de octubre en la Basílica de San Pedro, al celebrarse el 60º aniversario del desastre del Vaticano II.
El cuerpo de Juan XXIII, uno de los culpables de la catástrofe, estaba allí en un sarcófago de cristal.
En su homilía, Francisco, reflejando su propia nostalgia de los años 60, criticó la “nostalgia por el pasado”.
Se quejó del “progresismo” que se alinea detrás del mundo [= la propia posición de Francisco] y del “tradicionalismo” que añora un “mundo pasado” – como si el Evangelio y la Fe Católica fueran “cosa del pasado”. Acusó a ambos de falta de “amor” e “infidelidad” y de “egoísmo pelagiano”.
Luego se refugió en juegos de palabras: “El Concilio redescubrió el río vivo de la Tradición, sin quedarse empantanado en las tradiciones”. Oponer “Tradición” y “tradiciones” es el truco habitual para atacar la Tradición.
Por último, criticó su propio carácter: “¿Cuántos de nosotros somos incapaces de vivir la fe con alegría? Sin refunfuñar, criticando. Una Iglesia enamorada de Jesús no tiene tiempo para peleas, chismes y disputas. Que Dios nos libre de ser críticos e intolerantes”.
Es obvio que Bergoglio odia la sana doctrina y la tradición de la Iglesia. Por tanto, es una falacia creerlo el Vicario de Cristo en la tierra.