Opinión

Operación abortada

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Jueves 22 de septiembre de 2022

A raíz del escándalo suscitado en la Cámara de Diputados, en que Alejandro Moreno avalando una propuesta de Yolanda de la Torre, se puso de lado de MORENA, el líder priista virtualmente rompió la alianza hasta entonces existente con PAN y PRD.

Alito cantinfleó en su media lengua una serie de argumentos que pretendían justificar la militarización del país, no para proteger a la ciudadanía, sino para complacer los caprichos y el ego del presidente y evadir acciones legales en su contra y la eventualidad de la cárcel.

Tras el revuelo levantado y en medio de acusaciones de haberse vendido y de traicionar la alianza opositora, Moreno Cárdenas indicó que los senadores priistas estaban en libertad total de votar de acuerdo a su conciencia (situación que dejó entrever que los diputados federales tricolores no votaron así).

Lamentablemente Alito no fue capaz de cumplir, porque dio a entender que le gustaría que los senadores priistas respaldaran la postura de los diputados, si bien subrayó que estaban en libertad de votar.

Es de todos sabido, que Miguel Ángel Osorio Chong, líder de los senadores, no comparte la visión de Moreno Cárdenas, incluso le solicitó renunciar para bien del partido. Por supuesto, Alito se negó.

Al realizarse ayer la sesión del senado en que se discutiría y eventualmente aprobaría la ampliación del término de la presencia de los militares en tareas de seguridad, ya la bancada tricolor había anticipado que votaría en contra.

Mañosamente, buscando quebrantar el ánimo grupal, algunas personas deslizaron la posibilidad de que los senadores Carlos Aceves y Silvana Beltrones, votasen a favor de la propuesta de los diputados priistas. Pero no sucedió.

Aquí en Yucatán, la dirigencia estatal se pronunció a favor de la postura de Alejandro Moreno. Situación por demás curiosa, pues Panchito Torres se sabe que no es precisamente el más adicto a la causa del dirigente priista en funciones.

Hasta ahí todo era relativamente normal, incluso que Panchito se arrodillase ante el ex gobernador campechano. Lo que no era normal, es que el priismo yucateco, que sobrevive en medio de la pobreza franciscana, pagase la publicación de un desplegado en conocido rotativo local, con dinero enviado ex profeso por el CEN tricolor.

Pero todavía más causó estupor que en el texto del comunicado, la dirigencia priista en Yucatán conminara al senador Jorge Carlos Ramírez Marín a sumarse a la propuesta de los diputados de su partido, situación que lisa y llanamente no puede ser calificada sino como chantaje, pues ejercía presión sicológica sobre el vicecoordinador de los senadores tricolores.

Jorge Carlos por supuesto, en un gesto que lo honra a los ojos de los mexicanos, hizo caso omiso de las presiones de la dirigencia nacional y de la directiva de su estado natal.

Huelga decir que la velada amenaza era totalmente fuera de lugar e innecesaria, especialmente en un parlamentario del nivel y la estatura de Ramírez Marín.

Decimos lo anterior en mérito de ser Jorge Carlos un hombre con perfil legislativo total. Es decir, es una persona que no solo sabe debatir y defender sus opiniones, sino que sabe atender a los puntos de vista del interlocutor.

A hombres como Ramírez Marín se les convence con argumentos inteligentes y no con amenazas. Se le ennumeran razones y oportunidades, no se les intimida y sobre todo, jamás se pretende hacerlos faltar a su palabra, porque Jorge Carlos es uno de esos tipos que si algo honra, es sus compromisos y promesas.

La actitud de la directiva priista estatal manifiesta que hay años luz de distancia entre ella y el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, que ni siquiera necesita procuradores para su causa, porque sus actos son sus mejores abogados.

A los que planearon dejar mal al senador priista por Yucatán se les cebó. Hasta para la maldad se necesita talento y es evidente que no lo tienen de sobra.

Por fortuna, las maniobras tan burdas de MORENA y sus adláteres no prosperaron y el oficialismo debió remitir entre maniobras legaloides y maromas, su propuesta a la cámara de origen, para ser reformulada.

Los mexicanos y los yucatecos en particular, podemos estar tranquilos sabiendo que existen legisladores como Jorge Carlos Ramírez Marín, que además de ser hombres de honor, velan siempre por el interés superior de sus conciudadanos, sin distingos partidistas.

Ojalá existieran mas hombres que como Jorge Carlos Ramírez Marín llevasen la inteligencia al poder. Hacen mucha falta y más en México. El proceder cavernario de algunos lo pone en relieve.

Sugerimos a Alejandro Moreno Cárdenas y a sus paniaguados, gastar el dinero del priismo en cuestiones más útiles que en pagar desplegados intimidatorios.

Seguimos pendientes…

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