Sasha Montenegro: la vedette que enamoró a José López PortilloPortillo
La actriz de ascendencia yugoslava destacó por su talento y su notable belleza con la que cautivó a sus admiradores
Sasha Montenegro, la italiana naturalizada mexicana fue una de las vedettes más destacadas gracias a su belleza y talento, asimismo fue una de las figuras más populares de las décadas de los 70 y 80, pues era considerada un símbolo de sensualidad de la época.
En este contexto, no sólo cautivó a muchos hombres, también triunfó e inmortalizó su nombre en más de 30 producciones, lo que la ayudó a forjar su fama frente a las cámaras.
Sasha incursionó en las fotonovelas que en aquellos ayeres eran tan populares, de esta forma comenzó a hacerse notar entre productores y gente no sólo del medio artístico, sino también de la esfera política.
En 1969 que la joven Alexandra Acimovic, nombre real de Sasha Montenegro, llegó a México a sus 23 años, luego de recibir una oferta de trabajo en el cine, pues ya había trabajado en este gremio.
Nunca regresó a su país de nacimiento, ya que en México despegó su carrera como actriz de fotonovelas y modelo, además de que fue en tierra azteca que la famosa realizó una exitosa carrera como diva del cine y vedette entre los años 1970 a 1990.
Cabe destacar que Sasha incursionó en el Cine de Ficheras, el cual, rompió con las «buenas costumbres» por su comedia erótica y de barriada, lanzó al estrellato a una serie de actores y vedettes que se inmortalizarían con el paso del tiempo.
Para muchas personas, Sasha es considerada uno de los símbolos de belleza y sensualidad más representativos de la época, debido a sus curvas y elegancia con la que aprovechaba su notable belleza.
Montenegro fue esposa de un importante político mexicano, el expresidente mexicano José López Portillo, con quien estuvo casada desde 1995 hasta 2004, cuando falleció en medio del proceso de divorcio, el cual no logró concretarse.
Luego del fallecimiento de López Portillo, la famosa vedette se quedó con la mayor parte de los bienes de su esposo al ser la viuda legítima, incluyendo una casa en Cuajimalpa, que según se adujo en aquel momento sería para sus dos hijos pequeños.