El camino del judoka: disciplina y honor
El único yucateco en este ciclo panamericano y mundial, que está consiguiendo éxitos para México y que cuenta con ranking en el judo internacional, se llama José Jassiel Espinosa Godoy y para muestra un botón:
Teniendo 17 años es llamado por la selección nacional de judo. Recibe la convocatoria por medio de la asociación de judo de Yucatán, cabe mencionar que dicha agrupación en todo momento está pendiente del proceso deportivo del atleta de judo.
En Cali, Colombia en el panamericano de judo categoría junior, el Judoka categoría cadete de 17 años, se enfrentó con adversarios de todo el continente americano de la categoría junior (esta categoría es de 18 a 21 años).
Al enfrentarse a lo mejor del judo del continente en categoría junior, el judoka yucateco se trae la medalla de bronce y demuestra que la disciplina de años de trabajo y entrenamiento, es la llave para lograr el éxito, en lo que más ama practicar: el judo.
Esta medalla de bronce, puso de manifiesto que las lesiones, los éxitos, las derrotas son el camino del judoka, que por años ha sido referente del judo yucateco y en Cali, Colombia lo reafirmó.
Un detalle importante del judo, es el honor de un judoka. Honor y judo van de la mano y caminan juntos a la suavidad. Judo significa camino a la suavidad.
Durante un combate, el yucateco derrota a su oponente, que queda tendido en el tatami, el judoka se forma para que le den el gane del combate y al ver que su hermano judoka no se reincorpora, se acerca, lo ayuda, lo levanta y juntos caminan abrazados, porque estaba lastimado el contrincante y se forman ante el árbitro del combate y se señala al ganador: el mexicano y yucateco.
Se cumple la máxima del judo: eres mi oponente y también eres mi hermano.
Seguimos pendientes…