La jefa de Derechos Humanos de la ONU golpea a los EEUU sobre el aborto
Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, criticó a los EEUU por la expectativa de que el Tribunal Supremo revoque el régimen federal del aborto. Al mismo tiempo, Bachelet alabó a los países latinoamericanos que han liberalizado recientemente sus leyes de aborto.
“Las leyes restrictivas del aborto y las barreras prácticas representan una amenaza a los derechos humanos”, dijo Bachelet en un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. “Este es tiempo para el progreso, no más restricciones a estos derechos esenciales, como se está considerando en los Estados Unidos de América”.
Ella alabó específicamente a Colombia, Argentina y México por la reciente liberalización de sus leyes de aborto. Durante su mandato, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha promovido el aborto agresivamente, incluyendo una hoja de hechos que depende en gran medida del trabajo de órganos de supervisión de tratados que han intentado insinuar un derecho al aborto en los tratados que no lo mencionan en absoluto.
Antes de su nombramiento a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet fue presidenta de Chile, donde ella hizo campaña para despenalizar el aborto. Ella entonces sirvió como la primera dirigente de ONU Mujeres, donde igualmente usó su posición para promover el aborto, a pesar de la falta de consenso entre las naciones miembro de la ONU sobre el derecho al aborto, así como a acuerdos previamente negociados declarando que las leyes de aborto deberían dejarse a discreción de cada país.
Bachelet recientemente anunció que ella no buscará un segundo mandato como jefa de Derechos Humanos de la ONU. Ella había encarado críticas crecientes por contribuir al “blanqueo” de los abusos de los Derechos Humanos en China, particularmente contra su minoría musulmana Uyghur, incluyendo abortos forzados y esterilizaciones.
Ella visitó China el pasado Mayo, donde organizaciones de derechos humanos formularon quejas por no abordar los crímenes del gobierno Chino. Un informe largamente esperado de su oficina acerca de la situación de los derechos humanos en China permanece inédito.
En una declaración posterior a su visita, Bachelet, alabó al gobierno Chino por las iniciativas de cuidado de la salud e igualdad de género. Del mismo modo aplaudió a las ONGs Chinas por avanzar en “ igualdad de género, los derechos de la gente LGBTI, de la gente con discapacidades y la gente mayor, entre otros”.
Su alabanza de China incluso provocó el fuego de sus usualmente amistosos Demócratas. La Representante Jennifer Wexton (D-VA) comparó los comentarios de Bachelet a un “vídeo de rehenes”. Su afirmación oficial acerca del viaje fue descrita por un experto regional y analista de derechos humanos como “Orwelliano” por su omisión a mencionar “la violencia sexual bien documentada y sistemática, esterilización forzada, abortos forzados, tráfico humano, tortura, crímenes contra la humanidad y genocidio”.
Estos no fueron señalados entre los “obtáculos significativos” a la “salud y derechos sexuales y reproductivos” discutidos por Bachelet en su discurso al Consejo de los Derechos Humanos, en el que ella sólo habló de las barreras al acceso al aborto como violaciones de derechos humanos.
Bachelet ha declarado que su decisión de dejar su puesto cuando su mandato expire en Agosto no estaba relacionada con su viaje a China. Sin embargo, ella puede haber tenido razones tácticas para querer distanciarse del boomerang de los eventos recientes. Durante varios años, ha habido llamamientos redoblados para que la ONU tenga su primera Secretaria General, y el nombre de Bachelet ha estado entre los sugeridos para el rol.
El actual Secretario General, António Guterres, ha comenzado su segundo y probablemente último mandato, el cual expira en 2026.