Estridentismo oportunista de MORENA
La verdad es que MORENA no destaca por la preparación y calidad de sus cuadros. El ejemplo por antonomasia es el presidente: López Obrador es un analfabeta funcional, que a duras penas terminó su educación superior (tardó catorce años para hacerlo) y no destaca por sus prendas intelectuales (se dice que es autor de más de una decena de libros, pero es un secreto a voces que son otros quienes los han escrito).
Si observamos a quienes conforman la dirigencia de MORENA, Mario Delgado y Citlalli Hernández, podremos advertir que tampoco destacan por sus luces. Más allá de no conocer su trayectoria académica, sus acciones, su lenguaje y su desempeño y vínculos políticos, denuncian su condición de ignaros.
Analizando a quienes forman en el gabinete y en las gubernaturas, podremos advertir su precariedad intelectual, sus limitaciones y lo deplorable de sus condiciones y quehacer político. De ahí los desopilantes resultados que arroja la gestión morenista, que fueran dignos de incluirse en una farsa, de no estar de por medio el futuro de la patria.
Aquí en Yucatán las cosas no son distintas, ni mejores. Como ejemplos, podemos citar que la Piñata Díaz Mena no es precisamente un intelectual, Mocita Camino a duras penas consigue hacerse entender en su media lengua y Rafael Echazarreta más allá de escándalos y payasadas, no puede hacer. Al pobrecito no le gira el hamster. De quienes aspiran por los satélites, mejor ni hablamos, están mucho peor: no sólo son corruptos, sino también ignorantes.
Pero además, si nos vamos más a fondo, en sus hechos y omisiones, poco o nada tienen para presumir los legisladores morenistas, cuya burda calidad y nula capacidad, los ha llevado a no ser capaces de formular nada que valga la pena, en beneficio de la población. Se limitan a la demagogia barata en sus discursos.
Lo anterior, debe llevar a colegir que si los legisladores de MORENA son francamente mediocres, con tendencia a malos, no se puede esperar otra cosa de quien resultara ungido candidato a gobernador, porque aún reuniendo a todos los aspirantes de MORENA y sus satélites, no hacemos ya no digamos uno, sino ni siquiera la mitad.
Porque no se trata de que los aspirantes sean capaces de formular sesudas disquisiciones filosóficas o académicas, sino que simplemente sean capaces de producirse con sentido común, que es el menos común de los sentidos y trabajar a favor de la ciudadanía.
Pero pedirle calidad a MORENA y sus satélites, es pedirle peras al olmo. Es bien sabido que la 4T repudia y condena todo cuanto huela a preparación y formación de excelencia. En MORENA, merced a las limitaciones presidenciales, existe el culto a la mediocridad.
Con semejante panorama, el porvenir se avizora nada halagüeño, si los yucatecos cometen el error de votar de manera visceral y con ánimo revanchista, tal cual hicieron treinta millones de tarugos en el país y por eso nos ha ido como en feria. Esperemos que los yucatecos y especialmente los meridanos, no la rieguen en la elección.
En MORENA son corruptos, mañosos, desprestigiados, ignorantes y lo peor, es que son lacayos de otro más zafio que todos juntos. MORENA es un partido de codiciosos y oportunistas, que ha cambiado de colores y membretes para seguir enriqueciendo a los mismos de siempre. Basta para ello, ver las caras de quienes figuran en sus filas: puras ratas recicladas.
Seguimos pendientes..