Soldado ruso revela porqué abandonó la guerra
Le tomó algunas semanas de dormir sobre cajas de granadas que hacían de cama y de esconder su rostro de los ucranianos en medio de un creciente sentimiento de culpa, para que el soldado subalterno ruso llegara a una conclusión: esta no era su batalla para pelear.
“Estábamos sucios y cansados. La gente que nos rodeaba estaba muriendo. No quería sentir que era parte de eso, pero era parte de eso”, dijo el soldado a CNN.
Aseguró que fue a buscar a su comandante y renunció a su cargo en el acto.
CNN no nombra al soldado ni incluye detalles personales que ayuden a identificarlo por su seguridad.
Su historia es notable, pero también podría ser una de muchas, según los opositores a la guerra en Rusia y en Ucrania que dicen haber oído hablar de muchos casos de soldados — tanto profesionales como reclutas — que se niegan a combatir.
Las tropas rusas han estado luchando con baja moral y grandes pérdidas en Ucrania, según las evaluaciones de funcionarios occidentales, incluido el Pentágono.
La Agencia de Inteligencia, Cibernética y Seguridad de Reino Unido dice que algunos incluso se han negado a cumplir órdenes.
El Ministerio de Defensa ruso no ha respondido a una solicitud de comentarios de CNN.
Una misión desconocida
El soldado que habló con CNN dice que fue parte de la acumulación masiva de tropas en el oeste de Rusia que provocó temores globales por Ucrania. Pero dijo que no pensó mucho en eso, incluso el 22 de febrero de este año, cuando le pidieron a él y al resto de su batallón que entregaran sus teléfonos móviles mientras estaban posicionados en Krasnodar, en el sur de Rusia, sin ninguna explicación.
Esa noche pasaron horas pintando rayas blancas en sus vehículos militares. Luego les dijeron que los lavaran, dijo. “Ha cambiado el orden, dibuja la letra Z, como en Zorro”, recordó que le dijeron.
«Al día siguiente nos llevaron a Crimea. Para ser honesto, pensé que no iríamos a Ucrania. No pensé que llegaría a esto en absoluto», dijo el hombre.
Mientras su unidad se reunía en Crimea — la región ucraniana que se anexó Rusia en 2014 – el presidente de Rusia Vladimir Putin lanzó su nueva invasión a Ucrania el 24 de febrero.
No obstante, el soldado dijo que él y sus camaradas no estaban al tanto, ya que no se les transmitió ninguna noticia y no estaban en contacto con el mundo exterior sin sus teléfonos.
Dos días después, se les ordenó ingresar a Ucrania, contó el soldado a CNN.
«Algunos tipos se negaron rotundamente. Escribieron un informe y se fueron. No sé qué les pasó. Me quedé. No sé por qué. Al día siguiente nos fuimos», dijo.
El soldado dijo que desconocía el objetivo de la misión; que las grandilocuentes afirmaciones del presidente Vladimir Putin de que Ucrania era parte de Rusia y necesitaba ser «desnazificada» no llegaron a los hombres invitados a luchar.
«No nos inculcaron alguna retórica tipo los ‘nazis ucranianos’. Muchos no entendieron para qué era todo esto y qué estamos haciendo aquí».
Le dijo a CNN que esperaba una solución diplomática y se sentía culpable de que Rusia invadiera Ucrania. Agregó que no estaba muy versado en política.
En conflicto
Lo primero que recuerda el soldado después de que su unidad cruzó la frontera en una larga fila de vehículos fue ver cajas de porciones secas rusas esparcidas por todas partes y montones de equipos destruidos.
«Estaba sentado en el [camión] KAMAZ, sosteniendo un arma con fuerza contra mí. Tenía una pistola y dos granadas conmigo», afirmó.
La fuerza se dirigió hacia el noroeste, en dirección a Jersón. Cuando se acercaban a un pueblo, un hombre con un látigo saltó y comenzó a azotar al convoy y gritar: «¡Están todos jodidos!», recordó el soldado.
“Casi se sube a la cabina donde estábamos. Tenía los ojos aguados de tanto llorar. Me impresionó mucho”, agregó. “En general, cuando veíamos a los lugareños, nos tensábamos. Algunos escondían armas debajo de la ropa, y cuando se acercaban, disparaban”.
Dijo que ocultaría su rostro por vergüenza y por seguridad porque se sentía avergonzado de ser visto por los ucranianos ahí. En su tierra.
Comentó que los rusos también sufrieron un ataque más fuerte, con morteros dirigidos contra ellos en el segundo o tercer día que estuvieron en Ucrania.
“Durante la primera semana más o menos, estuve en un estado de conmoción. No pensé en nada”, le dijo a CNN. “Me acosté pensando: ‘Hoy es 1 de marzo. Mañana me despertaré, será 2 de marzo, lo principal es vivir otro día’. Varias veces los proyectiles cayeron muy cerca. Es un milagro que ninguno de nosotros haya muerto”, dijo.
Reacciones en las filas del ejército
El soldado le dijo a CNN que no era el único soldado preocupado o confundido acerca de por qué habían sido enviados a invadir Ucrania.
Pero también recuerda que algunos se animaron cuando supieron que pronto se pagarían las bonificaciones de combate.
«Alguien tuvo una reacción, ‘Oh, otros 15 días aquí y cerraré el préstamo'», relató.
Después de un par de semanas, el soldado se desplegó más cerca de la retaguardia, acompañando el equipo que necesitaba reparación, dijo.
Ahí dijo que también se volvió más consciente de lo que estaba pasando y tuvo más tiempo y energía para reflexionar.
“Teníamos un receptor de radio y podíamos escuchar las noticias”, le dijo a CNN. «Así es como me enteré de que las tiendas están cerrando en Rusia y la economía se está derrumbando. Me sentí culpable por esto. Pero me sentí aún más culpable porque vinimos a Ucrania».
Dijo que su determinación se endureció hasta el punto en que solo había una cosa que podía hacer.
“Al final, reuní fuerzas y fui donde el comandante para escribir una carta de renuncia”, le dijo a CNN.
Al principio, el comandante rechazó el acercamiento y le dijo que era imposible negarse a servir.
“Me dijo que podría haber un caso penal. Ese rechazo es una traición. Pero me mantuve firme. Me dio una hoja de papel y un bolígrafo”, dijo el soldado a CNN, y agregó que firmó su renuncia ahí mismo.
Informe de más ‘rechazadores’
Ha habido otros informes dentro del entorno mediático ruso estrictamente controlado de soldados que se niegan a luchar.
Valentina Melnikova, secretaria ejecutiva de la Unión de Comités de Madres de Soldados de Rusia, dijo que se escucharon muchas quejas y preocupaciones cuando las primeras unidades salieron de Ucrania para descansar.
“Soldados y oficiales escribieron informes de renuncia, que no pudieron regresar con éxito”, dijo a CNN. «Las razones principales son, en primer lugar, el estado moral y psicológico. Y la segunda razón son las convicciones morales. Escribieron informes entonces y están escribiendo informes ahora».
Melnikova, cuya organización se formó en 1989, dijo que todas las tropas tenían derecho a presentar informes y reconoció que algunos de los comandantes podrían rechazarlos o tratar de intimidar a los soldados.
Su organización a menudo asesora a los soldados sobre cómo escribir esos informes y brinda asesoramiento legal.
La Dirección de Inteligencia de Ucrania informó que en varias unidades rusas, específicamente la 150 División de Fusileros Motorizados del 8º Ejército del Distrito Militar del Sur, entre el 60% y el 70% de los soldados se negaban a servir.
En Rusia, Melnikova le dijo a CNN que hubo «muchos» casos de soldados que se negaron a luchar en Ucrania, pero no quiso dar detalles, citando preocupaciones legales y de seguridad.
Aleksei Tabalov, activista de derechos humanos y director de una organización que ayuda a los reclutas rusos, le dijo a CNN que consultó personalmente a dos soldados que renunciaron al ejército.
“Los mismos tipos que se negaron a pelear y se volvieron hacia nosotros, eran dos, pero de la brigada que dejaron, otras 30 personas se negaron a pelear”, dijo Tabalov a CNN.
Tabalov dijo que al presentar la solicitud de renuncia, los soldados mencionaron que no estaban de acuerdo en participar en una operación especial contra Ucrania al firmar el contrato.
Ausentarse sin permiso del ejército ruso es un delito condenable con penas de prisión. Sin embargo, los que sirven bajo contrato tienen el derecho legal de renunciar dentro de los 10 días de dejar el servicio con una explicación del motivo de su salida.
“No puedo decir que este sea un fenómeno masivo, pero este fenómeno es bastante fuerte. Si estimas todos los casos de otras organizaciones más información indirecta, el número supera los 1.000”, señaló Tabalov a CNN.
Dijo que el reclutamiento todavía está en curso en el país, y los nuevos soldados a menudo provienen de regiones más pobres con menos perspectivas.
Miles de soldados rusos han muerto en Ucrania desde que comenzó la guerra. Las Fuerzas Armadas de Ucrania estiman las pérdidas rusas en más de 22.000. La última vez que el Ministerio de Defensa ruso informó sobre pérdidas fue el 25 de marzo, informando la muerte de 1.351 militares.
El ministerio no respondió a la solicitud de actualización de CNN.
El soldado que habló con CNN ahora está con su familia.
«Qué pasará después, no lo sé», dijo. «Pero me alegro de estar de vuelta en casa».