AIFA y Dos Bocas: más fracasos de la 4T
Por Soraya Pérez
A casi dos meses de la “inauguración” del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el Presidente Andrés Manuel sigue pretendiendo gobernar por decreto, eliminando 11 operaciones por hora del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y enviándolas al AIFA, 20% menos vuelos en el corto plazo y 30% en el largo plazo, empezando con vuelos de carga y chárteres. ¿Para qué? Para ocultar este enorme fracaso, y poniendo en peligro la seguridad de millones de pasajeros.
Desde hace más de 20 años los estudios de factibilidad arrojaban que la única zona territorial en el Valle de México para construir un aeropuerto era Texcoco. Hoy, sin escuchar a los Pilotos Aviadores ni a los controladores, mucho menos a la Organización de Aviación Civil Internacional ni a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, tenemos un nuevo aeropuerto del que nadie sabe su verdadero costo, permisos, informes financieros, ni estudios del espacio aéreo.
Vamos a los hechos: Se le inyectó dinero de nuestros impuestos a un fideicomiso para su construcción por casi $120 mil millones hasta donde hay información pública, porque la realidad solo la conoce el gobierno mexicano ya que los contratos fueron clasificados como de seguridad nacional y no podrán ser revelados hasta dentro de cinco años. Obviamente, al costo del nuevo aeropuerto, también hay que sumar los $332 mil millones de la cancelación de Texcoco. En conclusión, barato no nos salió.
Usuarios de redes sociales constantemente comparten fotografías del AIFA vacío y sin pasajeros, con más baños que vuelos, porque ni siquiera es usado por su principal promotor, el presidente de la República. El recién llamado de la Federación Internacional de Pilotos y el Sindicato de pilotos aviadores de México es sumamente alarmante, en un comunicado público informan que la nueva redistribución del espacio aéreo de la Ciudad de México está incrementando lo incidentes de aviación, solicitándoles a todos los pilotos que confíen más en su preparación física y que lleven suficiente combustible para evitar poner en peligro a la tripulación.
Las obras insignia de este gobierno son un fracaso, porque igual que el AIFA está la refinería de Dos Bocas, donde un grupo de senadores a manera de desfile alegórico pasearon para conocerla. Pero la realidad es que a dos meses para inaugurar esta megaobra de casi 10 mil millones de dólares nadie sabe qué está pasando en Dos Bocas; una servidora ha realizado más de 200 solicitudes de información vía la plataforma de transparencia y tres oficios para que me permitan un recorrido, pero igual me han negado la información y la entrada al proyecto, ¿qué pretenden ocultarme?
México, y sobre todo mi estado, requieren toda la inversión pública para tener un crecimiento equilibrado y sostenible, pero el gasto del gobierno debe ser estratégico, cuidando del medio ambiente y debe ser ejercido de manera eficiente y transparente. La falta de planeación es la madre de todos los fracasos. Como Diputada de los tabasqueños pero sobretodo como mexicana me interesa que nos vaya bien pero lamentablemente las pocas obras que tenemos en el país son un nido de corrupción y opacidad. Hago votos para que la historia del fracaso del AIFA no se repita en un par de meses en Dos Bocas, y que ambos no se conviertan en un monumento a la ineficiencia y la transparencia color chapopote.
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