Michael Douglas asegura que se negó a trabajar con Debra Winger luego de que la actriz le mordiera un brazo
“Me puse a llorar y les dije que no podía ir a la jungla con ella. ‘¡Me mordió en el brazo! ¡No puedo hacerlo!’”. La escena parece sacada de una comedia, pero ocurrió en la vida real, con Michael Douglas como protagonista y los directivos de 20th Century Fox como parte de una audiencia incrédula y sorprendida.
Aquel encuentro ocurrió a comienzos de los años ochenta. En aquel momento, el actor había aceptado participar del nuevo proyecto de Robert Zemekis, la película Tras la esmeralda perdida. La película cuenta la travesía de Joan Wilder, una novelista romántica en la selva colombiana, mientras busca a su hermana secuestrada y un valioso tesoro con la ayuda del cazador de pájaros Jack Colton. Douglas se pondría en la piel de Colton, pero faltaba definir quién sería la protagonista femenina.
La primera candidata fue Debra Winger, quien acababa de convertirse en una de las actrices jóvenes más exitosas tras su protagónico en Reto al destino, junto a Richard Gere. Sin embargo, aparentemente un mordisco la dejó afuera del proyecto.
«No fue suave»
Según le contó Douglas a Rob Lowe en su podcast Literally!, la actriz, el director y él salieron a cenar para conocerse y hablar sobre la película. “ Estábamos hablando y bebiendo algunos tequilas. De repente, como quien le pega en el brazo un puñetazo suave en el brazo como broma, ella se acercó y me mordió el brazo ”.
El mordisco, aparentemente, no fue “suave”. “¡Grité de dolor! Ella se quedó mirándome como esperando mi reacción a la broma y yo pensaba: ‘Esto podría ser duro’. Cuando me fijé, me había rasgado la piel”. El encuentro ocurrió en Texas, donde la actriz se encontraba filmando La fuerza del cariño, junto a Shirley MacLaine y Jack Nicholson.
En 2019, el actor había contado una historia distinta. En una entrevista concedida a Variety, mientras se conmemoraba el aniversario 35 de la película, aseguró: “ No pudimos obtener una respuesta directa sobre si Debra estaba interesada en el proyecto o no. Además, habíamos estado en las locaciones de México con Robert y nos dimos cuenta de que iba a ser una filmación difícil. Necesitábamos alguien que se comprometiera a jugar en equipo a un cien por ciento ”.
El rol quedó finalmente en manos de Kathleen Turner y el film, estrenado en marzo de 1884, se convirtió en un éxito de taquilla, recaudando 115 millones de dólares en todo el mundo. Además, tuvo una secuela, La joya del Nilo, con la misma pareja protagónica.
Debra Winger, una actriz de carácter
Dueña de un magnetismo y un dominio escénico que la convirtieron en una figura codiciada en el cine de los 80 y los 90, nadie se atrevió a dudar de su talento, pero su nombre comenzó a sonar fuerte, también, por sus sonadas enemistades con compañeros de reparto.
Su rivalidad con Richard Gere durante el rodaje de Reto al destino fue más que sonada. En la vida real, no se soportaban: el actor no toleraba la actitud de su compañera y la actriz lo comparó con “una pared de ladrillos”. Sobre él, diría: “ Odié cada minuto de la filmación. Cuando me ven temblando en las escenas de amor, no lo hago de pasión sino de odio ”. Durante el curso de esa experiencia, la actriz también expresó su descontento con el director de la película, Taylor Hackford, y con la experiencia misma.
“El camino a seguir es hacer cosas que te mantengan tranquila y a mí el negocio del espectáculo me volvía dura. Era un mundo en el que no creía”, afirmó en una entrevista, en la que recuerda el momento en el que el productor Don Simpson, de Paramount, le dio un sobre con pastillas para eliminar líquidos argumentando que salía “hinchada en cámara” durante el rodaje. La actriz le respondió contundente: “No puedo decir lo que le dije porque suena demasiado feo, pero creo que en esos momentos, o creces o te destrozan. No sé si ahí crecí, pero tampoco me vine abajo. Tuve que luchar mucho, pero sabía qué era lo que estaba mal, sabía que no se trataba de mi cara ni de que alguien controlara mi vida”, subrayó.
En La fuerza del cariño, tampoco fue ningún secreto las discusiones entre Debra y MacLaine. Solían pelearse frecuentemente entre toma y toma y la actriz de Piso de soltero declararía posteriormente que había odiado la conducta “errática” de su coprotagonista y algunas bromas de mal gusto que supuestamente hacía en el rodaje. Consultada por tales dichos, Winger dijo en una entrevista: “No corrió sangre, pero sí hubo unos cuantos entredichos. Ambas éramos salvajes y de fuerte carácter”.
La intérprete estudiaba los guiones detenidamente con una autoexigencia que reclamaba para los demás. “Han dicho muchas cosas hirientes sobre mí, pero yo quería que la gente honrara mi proceso y que todos estuvieran tan emocionados como yo con el trabajo. Fue muy infantil. Cuando pienso en las relaciones que se deterioraron, fue por esa intensidad. No había aprendido a respetar el método de las otras personas y pensaba que todos teníamos que trabajar de la misma manera”, reflexionó más tarde en sus memorias.
Después de tres nominaciones al premio Oscar y cuando los estudios seguían disputándose su presencia, Winger decidió dar un portazo, cuestionando tanto el cine comercial como el papel que la industria daba a las mujeres en la pantalla.