Ecos de la sesión del PRI
Envuelta en la polémica y con una serie de circunstancias que no fueron del agrado de nadie, se llevó a cabo la sesión extraordinaria del PRI, después de casi año y medio de no realizarse.
La sesión se vio de inicio repleta de controversia, pues arrancó en segunda convocatoria, con tan sólo 117 consejeros de un total de 600
La polémica se exacerbó y los ánimos se caldearon, cuando varios consejeros pidieron la palabra (entre ellos, la Secretaria General Lila Frías) y se les negó con el argumento de que era una sesión extraordinaria y nadie podía hacer uso de la palabra. Lisa y llanamente les negaron hacer uso de la voz, sin siquiera preguntar si era para los temas que se estaban tratando. Cualquiera diría que Pancho Torres y sus secuaces, tenían miedo.
De manera burda y grotesca, no estaban enviando la opción de votar a diversos consejeros, entre ellos Pablo Gamboa, que en el chat, voto en contra.
Dos temas importantes de la sesión y dignos de ponerse en relieve:
1- ninguno de los puntos tratados fue aprobado por unanimidad, (ni el orden del día), todos fueron aprobados por mayoría y jamás dijeron el resultado de la votación (cuantos a favor y cuantos en contra)
2- Se enfurecieron las mujeres, porque nunca le dieron la palabra a Lila Frías, Secretaria General, y cuando se la dieron al final, de manera sutil les dijo que ya no tenía sentido su intervención, habida cuenta que ya se había desarrollado la sesión (incluso a ella no le dieron información para el desarrollo de la sesión, en aras de la transparencia). No cabe duda que cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde.
Dato cultural: Pancho Torres en su discurso hablo de unidad, pero la gente identificada con el Senador Ramírez Marín y el chuponcito (Pablo Gamboa) votaron en contra de todo y además lo hicieron palpable en el chat de la sesión virtual. Entonces, ¿de qué unidad se habla?
Pancho Torres es el Cáncer del PRI. Es un tipo que abona a la discordia y que con el otro inútil que se llama igual que él, solamente han llegado a saquear al partido y a seguir dándose la gran vida, a costillas del financiamiento público. Si Pancho Torres tiene un átomo de dignidad y vergüenza, debería poner su renuncia a disposición.
Al PRI le urge renovarse. Pero contrariamente a lo que otros predican, la crisis que vive el tricolor no se remedia con visiones de género, sino democratizando el partido, abriéndolo a la libre competencia y cambiando el perfil de los aspirantes a la dirigencia.
Hace falta alguien que sepa sumar (hombre o mujer), que no tenga cola que le pisen y que comience por pedir perdón a la militancia, propicie el diálogo y la reconciliación, llevando a cabo la necesaria operación política con más ingenio, que recursos.
De acuerdo a lo que sabemos ya hubo personajes que han solicitado al presidente nacional tomar cartas en el asunto y habrá que esperar a conocer la actitud que la dirigencia nacional tome al respecto.
Entretanto, el otrora invencible sigue de capa caída y las divisiones y fracturas se hacen más marcadas día con día y lo peor de todo, es que no hay visos de que los inútiles (los Panchos) piensen renunciar.
Al PRI sólo pudiera ayudarlo el Chapulin Colorado, pero ya se murió. De manera tal, que hacer buenas alianzas es indispensable para la supervivencia del tricolor. La pregunta es si el PRI decide sobrevivir y hacer una alianza estratégica con sus viejos rivales panistas o se arriesga a desaparecer absorbido, si decide pactar con MORENA. Hagan sus apuestas.
Seguimos pendientes…