¿Qué fue del villano más tierno y amigable del Cine de Oro?
Este querido actor de reparto se aprovechó de sus características físicas para triunfar en la industria cinematográfica nacional
La Época de Oro del Cine Mexicano estuvo plagada de grandes villanos de primera línea, sin embargo, ninguno fue tan memorable como Manuel Vergara, quien se caracterizó por siempre tener un gesto de rudeza en su rostro, pero siempre demostró tener un gran corazón, por lo que en esta ocasión recordamos algunos datos que posiblemente no sabías acerca del emblemático actor.
De acuerdo con diferentes portales especializados en cine mexicano, Manuel Vergara nació en Pahuatlán, Puebla el 17 de junio de 1912 y aunque hay muy poca información sobre su infancia y adolescencia se sabe que fue a inicios de la década de 1940 cuando comenzó a trabajar en diferentes producciones de cine en las que realizaba pequeños papales, no obstante, debido a sus características físicas fue adquiriendo relevancia pues tenía todos los elementos para convertirse en un temido villano que marcaría época.
Pese a que Manuel Vergara tuvo diversos trabajos como villano, el destino se encargó de proveerle una personalidad como actor pues en la mayoría de sus papeles la tendencia era que al final de todas sus fechorías demostrara un lado humano y sensible, que lo hicieron convertirse en una de las figuras antagonistas más queridas por el público.
La popularidad de Manuel Vergara aumentó considerablemente una vez entrada la década de 1950 y fue aquí donde pudo compartir créditos junto a grandes figuras de la época, como Pepito Romay, José Elías Moreno, Julio Alemán, Wolf Ruvinskis, Lilia Prado, Fernando Soto “Mantequilla”, Enrique Rambal, Germán Valdés “Tin Tan” y hasta con Mario Moreno “Cantinflas”.
Una vez finalizada la llamada Época de Oro del Cine Mexicano, Manuel Vergara se mantuvo vigente debido a que incursionó en diferentes películas de Ciencia Ficción y Terror como “La maldición de Nostradamus”, “El Ataúd infernal”, “Nostradamus y el destructor de monstruos” y “Neutrón contra el Dr. Caronte”, entre muchas otras.
Cabe mencionar que la década de 1960 también fue muy intensa para Manuel Vergara pues por año llegó a aparecer hasta en seis películas de diferentes géneros por lo que su carrera alcanzó su momento cumbre.
Una de las películas que más recuerda el público de Manuel Vergara es “Por mis pistolas” (1968) en la que comparte créditos con Mario Moreno “Cantinflas” y en dicha cinta interpreta el papel del “Gran Jefe Caballo Recostado”, un despiadado jefe Apache que tiene la intención de quemar vivo a “Cantinflas”, pero después de que este le saca la muela y le alivia un intenso dolor, se convierten en muy buenos amigos y más tarde lo ayuda a pelear con sus enemigos.
La última película en la que apareció Manuel Vergara fue en “Faltas a la moral” (1970), película que fue estrenada en los meses posteriores a su muerte pues falleció el 6 de enero de 1970 a los 58 años de edad por causas desconocidas. En cuanto a la vida personal del actor se sabe que estuvo casado, sin embargo, se desconoce si tuvo hijos, pero dejó un gran legado dentro del cine mexicano pues participó en más de cien cintas y logró dejar huella en el público mexicano.