Se destapa Ricardo Monreal como candidato a la presidencia de la república en Mérida (crónica de la presentación de su libro)
Lo que parecía ser una presentación de libro, bastante aburrida por cierto, por la voz plana e inexpresiva de Ricardo Monreal, propia de maestro obligado a dar clase para completar los ingresos, se convirtió de pronto en un inesperado destape, situación que emocionó a muchos de los asistentes, que acudieron a ver al senador zacatecano.
Al evento, realizado en el Club Libanés, acudieron más de una veintena de alcaldes, encabezados por Hiselle Díaz del Castillo y Joel Achach, directivos de la FENAMM, los regidores Ana Gabriela Aguilar y Gabriel Barragán Cáceres y algunos cadáveres políticos como Pedro Oxte Conrado, Luis Echeverría Navarro, Dafne López Rodríguez y otros más, que al parecer dejaron sus sepulcros, para acudir al evento.
Nos sorprendió el mal aspecto del diputado federal priista Pablo Gamboa Miner, que acudió hecho un perfecto mamarracho, con el pelo largo y una vestimenta astrosa, inconcebible en alguien como él, que se supone, sabe comer con cubiertos.
Monreal Ávila, el malquerido de MORENA, llegó acompañado de senadores amigos como Manuel Añorve (que nos hizo recordar por su parecido a Nathanael Evaristo León Moreno, aquel actor que la hacía de luchador, conocido popularmente como Frankistein), la morenista Maribel Villegas (frustrada contendiente a la gubernatura de Quintana Roo), el ex jefe de gobierno Miguel Mancera (que cada día se parece más a Megamente, pero sin su gracia) y el senador ¿panista? (qué por cierto, cumplía años) Raúl Paz Alonzo, acompañado de su pareja, la conductora Claudia Lizaldi.
Brillaron por su ausencia Pancho Torres y Pancho Medina, ese par de vividores, buenos para nada, que son la desgracia del PRI, la senadora Verónica Camino (que presumía antaño sus nexos con Monreal, pero por lo visto ya cambió de opinión) y los dirigentes locales de MORENA, esos parásitos, radicales y fanáticos que por lo visto recibieron línea de no acudir al evento del senador rebelde a los dicterios del empeorador que usurpa palacio nacional y al que le tributan obediencia ciega, merced a su carencia de dignidad.
Llamó la atención el poco oficio de las conductoras, la primera, que leyó muy mal las semblanzas biográficas de los integrantes del presidium (por cierto, en la de Raúl Paz jamás mencionaron su extracción blanquiazul..¿Será que Raúl pretende deslindarse?) y la segunda, una chiquilla que pensó que se trataba de un concurso de belleza, por la cantidad de banalidades que pronunció. Lo bueno es que discretamente la frenaron, dando inicio al evento.
El presentador del autor, fue el Senador Ramírez Marín, que recordando la sentencia de Gracián: lo bueno, si breve, dos veces bueno, hizo notar que el evento era de carácter plural, dada su naturaleza legislativa y la diversidad de sus asistentes.
El legislador yucateco elogió a su homólogo, a quien catalogó como un constructor de acuerdos, pese a las naturales diferencias entre miembros de partidos políticos distintos y de que cada uno defiende sus convicciones con pasión.
El legislador priista citó una frase de Carlos Castillo Peraza, que destacaba que al momento de iniciar un debate, era prudente considerar que el contrincante pudiera tener razón, porque ello era esencial para poder facilitar el entendimiento de las partes.
Ramírez Marín fue ágil y ameno, demostrando esa gran capacidad oratoria y esa disposición que lo han convertido en el mejor de los parlamentarios de nuestra nación, resaltando que en los integrantes de la mesa de invitados, prevalecen siempre la disposición al diálogo, la construcción de acuerdos y el amor a México, por encima de sus divergencias.
El senador yucateco mostró oficio y músculo político, dejando entrever la posibilidad de constituirse en el artífice de una interesante alianza entre diversas fuerzas políticas de nuestra entidad. Indudablemente Ramírez Marín es un aspirante a la gubernatura al que no es posible soslayar.
A continuación, tomó la palabra Monreal Ávila para presentar su libro, que por su sólo título, hace intuir una ruptura con el orden de cosas prevaleciente. El todavía senador morenista, hizo notar con un tono plano, monocorde e ideal para domar el más empecinado insomnio, que la obra presentada, reunía los trabajos realizados en los últimos tres años, marcando muy claramente su disposición al diálogo y la construcción de consensos, poniendo como premisa el respeto a la opinión de sus compañeros provenientes de otros partidos.
Monreal Ávila hizo una retrospectiva de su trayectoria, recordó amigos oriundos de estos lares y destacó su admiración por Yucatán y su gente, citando pasajes de nuestra historia y personajes nacidos en esta tierra, que han destacado como legisladores.
A pesar de proclamarse aliado del presidente de la república, Monreal hizo notar que no es partidario de la polarización, porque las actitudes autoritarias no se traducen en buenos resultados para los habitantes de una nación.
Monreal finalizó su presentación sugiriendo a muchos de los ex funcionarios a los cuales recortó las pensiones que reciben, hacer lo mismo que él: vender libros, ya que dijo ser autor de más de una treintena.
Concluida la exposición del autor, inició una pequeña sesión de preguntas, donde los asistentes hicieron notar al expositor lo contrastante de su actitud, con la del titular del ejecutivo nacional. El senador zacatecano, reiteró su disposición al diálogo y a la búsqueda del entendimiento, rechazando la polarización.
Alguien le preguntó respecto a si estaría en las boletas electorales en 2024 y si bien de inicio el líder de los senadores de MORENA indicó que sería participando bajo el auspicio de dichos colores, cuando le hicimos notar que era más probable que lo expulsaran del Instituto político por no someterse a la voluntad presidencial y cuestionamos con que partido participaría, el zacatecano salió por peteneras, indicando que las preguntas se ponían peligrosas.
El evento concluyó por cuestiones de agenda, pues Monreal aún tenía pendientes otras actividades. Al momento de la salida, preguntamos al Senador Ramírez Marín si Monreal era su corcholata y él había sido el encargado de destaparla. El Prócer sonrió socarronamente. Hay silencios harto elocuentes.
Antes de abandonar el salón hicimos notar a Monreal Ávila la notoria ausencia de sus supuestos compañeros de partido. Nos respondió escuetamente: es muestra de lo que causa la división que aqueja a MORENA.
Nos retiramos teniendo conciencia que Andrés Manuel López Obrador ya tiene contrincante anotado para el próximo proceso electoral y que no está dispuesto a ceder en lo más mínimo. Hay tiro seguro señores y promete ponerse muy bueno.
POST SCRIPTUM: Ojalá entre los integrantes de la alianza opositora, haya un átomo de sentido común y consideren a Ricardo Monreal Ávila, como una alternativa rumbo a la presidencia de la república. Si el zacatecano consigue abandonar ese tono monocorde y aburrido de maestro insatisfecho, prometo será un servidor quien le invite los mezcales en una sesión de trova, la próxima vez que vuelva.
Seguimos pendientes…