Trump respaldó a los camioneros canadienses
Canadá se levantó ante la tiranía sanitaria impuesta por Trudeau, Trump respalda su clamor por la libertad
Frente a una multitud en Texas, el presidente 45 de EE.UU., Donald Trump, respaldó públicamente a los camioneros de Canadá y exclamó que estaban haciendo más para defender la libertad que algunos de los funcionarios electos de Estados Unidos.
“Los camioneros canadienses, han estado leyendo sobre esto, que resisten con valentía estos mandatos están haciendo más para defender la libertad estadounidense que nuestros propios líderes”, dijo Trump.
Trump elogió a los participantes del convoy por «hacer más para defender la libertad estadounidense que nuestros propios líderes por mucho».
«Queremos que esos grandes camioneros canadienses sepan que estamos con ellos todo el tiempo», agregó.
Trump clama a los gobiernos a poner fin a medidas totalitarias
También el hijo de Trump, Donald Trump Jr, respaldó el convoy. «Necesitamos ver más de esto aquí en los EE. UU.», dijo por medio de un vivo en Facebook.
Otras personas destacadas que han brindado su apoyo a la protesta a nivel internacional incluyen al CEO de Tesla, Elon Musk, el podcaster Joe Rogan, el comediante Russell Brand y peleadores de la UFC, entre otros.
Trump también pidió a los gobiernos que superen los mandatos de salud de la era de la pandemia. Si bien Trump no ha sido detractor de la vacuna en sí, él mismo está vacunado, sí se opone a la obligatoriedad y al rechazo del uso de tratamientos alternativos, como los que le curaron a él y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Trump también criticó al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, por los mandatos de vacunas de su administración que afectan a los contratistas federales, las grandes empresas, los trabajadores de la salud y el ejército.
La Corte Suprema ha sido clave en el triunfo de la libertad que impidió el avance de las políticas totalitarias de Biden.
De modo que los defensores de la libertad en EE.UU. se sienten motivados por lo que sucede en Canadá. Tanto que están cruzando la frontera para respaldar.
El convoy de camioneros rompió un Récord Guinness al ser la mayor manifestación motorizada en la historia y por mucho. Congregó a más de 55.000 camiones. Más de 1,5 millones de personas llegaron hasta la capital, Ottawa, y se posicionaron tanto frente al parlamento como del domicilio del primer ministro.
Sin embargo, Justin Trudeau huyó. Aunque su prueba de coronavirus dio negativo, anunció que se iba a resguardar y junto a su familia huyó alegando «preocupaciones de seguridad».
Trudeau atacó a los manifestantes, llamándolos una «pequeña minoría marginal de personas» que «no representan las opiniones de los canadienses».
No obstante, la protesta mostró ser pacífica, según lo detalló la parlamentaria conservadora Leslyn Lewis dejó en claro que quienes protestaron en contra de Trudeau lo hicieron de forma pacífica y no lo hicieron por su color de piel, como acusan Trudeau y los medios masivos, que alegan un supuesto supremacismo racial, cuando en realidad había pueblos indígenas haciendo resonar tambores y sikhs, un pueblo guerrero de la India, entre otros. Todos, unidos, lo hicieron por amor a su bandera, la patria adoptiva de algunos.
El movimiento de los camioneros comenzó inicialmente en respuesta a los mandatos de vacunación transfronterizos que afectaban a los camioneros, pero desde entonces se ha convertido en una protesta más amplia contra las medidas de salud pública de COVID-19 en general.
De hecho, hay padres de familia protestando contra la ideología de género promovida por el gobierno «progresista» que pretende quitarles la patria potestad al promover tratamientos hormonales en menores, alegando que el sexo biológico no es una realidad científica sino una imposición social.
Entonces la manifestación se ha convertido en un clamor generalizado para reducir la intervención del Estado en temas de salud, familia y libertad de consciencia. Lo que se ha visto en las calles es eso, familias unidas, de todo estrato y origen, exigiendo el fin de la separación forzada por un estatus vacunatorio impuesto que ha empujado a los canadienses a cruzar la frontera e impedido volver.
Trudeau optó por huir mientras crece el clamor por su renuncia.