Obispo emérito italiano denuncia una trama contra el Papa Benedicto XVI dentro de la Iglesia
En entrevista concedida a Il Corriere della Sera, Massimo Camisasca, recién cesado como obispo de Reggio Emilia, denuncia que las acusaciones de encubrimiento de abusos contra Joseph Ratzinger cuando era arzobispo de Munich-Frisinga forman parte de una trama que procede de la propia Iglesia.
Camisasca asegura que el episcopado mundial siente como un profundo escándalo la riada de casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos que han salido a la luz en las últimas décadas y de los que la propia Iglesia fue plenamente consciente durante la última parte del pontificado de Juan Pablo II.
Pero insiste el prelado en que si alguna figura se ha destacado en la incansable lucha por extirpar de raíz esta peste, ese ha sido Joseph Ratzinger, primero como prefecto para la Doctrina de la Fe y luego como Papa, Benedicto XVI. “Nadie ha hecho tanto como él”, asegura.
Entonces, ¿de dónde salen estas acusaciones difamatorias y sin base, que se han mantenido en silencio durante cuarenta años? Para Camisasca, la razón habría que buscarla en “la intolerancia de los sectores liberales de la Iglesia y de la sociedad, aquellos que se reflejan en las derivas del sínodo alemán. Los que nunca han aceptado el pontificado de Benedicto XVI”.