Feliz Navidad a todos
Este año ha sido complicado. Hemos atravesado por una muy amplia gama de dificultades de toda naturaleza, que no es posible soslayar y que dan como resultado las severas condiciones de vida que padecemos.
Comencemos por decir que nuestra situación política es compleja, con un demente llevando el timón de la Patria y destruyendo cuanto le indican su multitud de traumas y complejos.
Hemos carecido de una oposición coherente. Sus integrantes quieren, pero no pueden, infectados por el mismo virus populista que dicen combatir.
La oposición, hay que decirlo, no ha sabido ser leal a sus principios y a la gente a quien se debe. Muchos mexicanos nos hemos sentido defraudados al ver a sus representantes claudicar ante el oficialismo.
En lo que respecta a lo económico, muchas empresas han quebrado, muchas personas han perdido su empleo, la inflación va al alza y no se vislumbra ninguna perspectiva de mejora. Antes bien, inferimos de acuerdo a la ley de Murphy, que todo se pondrá mucho peor.
En lo social, el tema sanitario deja entrever ya el perfil de una dictadura sanitaria, que relega y desprecia y persigue a todo aquel que no se pliega a los dicterios del malhadado pase sanitario.
En lo espiritual, los creyentes vemos con tristeza, como se intenta borrar toda reminiscencia cristiana y todo el mensaje alusivo al nacimiento de Nuestro Señor, a través de una falsa espiritualidad, que se traduce en decir felices fiestas, en vez de Feliz Navidad.
No queda otra a quienes estamos comprometidos con las más altas causas que implican preservar nuestra Santa Religión y nacionalidad que ser más tradicionales que nunca y hacer ver, notar y sentir, que nunca nos rendiremos y que estamos prestos a dar la batalla cultural y espiritual.
Por tanto, deseamos a todos nuestros lectores y amigos lo mejor para estas fechas, tan significativas, sugiriendo conservar nuestros más altos valores y principios.
Hoy más que nunca, NOTIREDMERIDA ratifica su vocación de constituirse en guardián de los valores de nuestra Santa religión, de nuestra nacionalidad, de la familia, el honor y el trabajo.
Y sumándonos al eco de los coros angélicos que jubilosos cantan la grandeza del Salvador, decimos:
Gloria in excelsis deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis
¡FELIZ NAVIDAD!