Adiós acta de nacimiento, bienvenidos datos biométricos
Arturo Zaldívar le allana el camino a la propuesta de la sorosiana Olga Sánchez Cordero para imponer la cédula de identificación única en México, con base en los datos biométricos que ha promovido con bastante ahínco
Los últimos anuncios hechos por el ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), respecto a los cambios en las actas de nacimiento para estar más “ad hoc” con los tiempos actuales, en los que debe prevalecer la “igualdad de género”, juzgar con “perspectiva de género” y los “Derechos Humanos (DDHH)”, están dando paso a una aberración con varios fines, pero uno muy claro.
Según la SCJN, las actas de nacimiento podrán modificarse respecto al orden de los apellidos paterno y materno para ajustarse a esta nueva visión y misión del Poder Judicial y que nuestra sociedad se aleje de los paternalismos o patriarcado.
Pero también la fecha de nacimiento se puede modificar a gusto de cada uno, como parte de que las personas puedan ver reflejada su “verdad personal” en estos documentos.
De esta forma, quienes se sientan más jóvenes, o que siempre se hayan quitado años, pueden hacerlo legalmente en su acta.
Lo mismo sucede si un niño, desde los 9 años de edad, quiere cambiarse de sexo, es ya constitucionalmente válido.
Aberraciones así, y pensando un poco en esto, se advierte lo perverso de estas modificaciones por demás ideologizadas.
Podemos imaginar que esto abre la puerta a la pedofilia y otros actos que pueden esconderse en esas modificaciones ahora permitidas de nombre, género y edad.
Sin embargo, me parece que el verdadero motivo de todas estas acciones no es otro que dejar obsoletas las actas de nacimiento, cuyo valor legal era innegable y la base de los registros de todos los ciudadanos.
Todo esto va acorde a los lineamientos que se dictan desde los más altos círculos del poder global, en donde se prepara una nueva herramienta de identificación en todo el mundo: El registro único con base en los datos biométricos.
Y parece que entonces, Arturo Zaldívar le allana el camino a la propuesta de la sorosiana Olga Sánchez Cordero para imponer la cédula de identificación única en México, misma que ha estado promoviendo con bastante ahínco.
De esta forma, el acta de nacimiento será un documento que sólo refleje los gustos y preferencias de las personas, una vacilada, para decirlo pronto, que ya no será funcional, ni confiable. Y así preparar la nueva forma de identificación que permitirá a los gobiernos tenernos bien identificados a todos, incluso a aquellos que nunca tuvieron acta de nacimiento y por otro lado servirá para ejercer un control férreo hasta en temas fiscales.